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Música en un suspiro

Jan Dismas Zelenka

MIGUEL ÁNGEL GARCÍA.-

Maquiavelo decía que era más importante la apariencia de poder que el poder mismo. Es decir que las apariencias, el empaque, el marketing diríamos hoy día, es desgraciadamente más importante que el contenido. Los mentados "influencers" no necesariamente lo son por su contenido, sino porque saben envolver "lo que sea" en el medio que la mayoría "entiende" y como el entender de esa mayoría jamás llegaría a un Octavo Paz, a un José Saramago o a un Jorge Luís Borges, estos nunca aspirarán a ser "influencers" en la actualidad.

Vivimos un mundo de apariencias y ello nos ha costado mucho, pues al no tener los contactos influyentes o mecenas adecuados, mucho talento e ideas se han perdido. Uno de estos casos es el de Jan Dismas Zelenka, quien fuera un gran compositor checo que vivió entre 1679-1745, es decir en pleno barroco. Por alguna razón, no se tiene retrato alguno de él y sus primeros 30 años de vida están sepultados en el misterio. Fue contrabajista en la capilla del Conde J.L. von Hartig en Praga y en la Capilla Real Sajona de Dresde. Se sabe también que fue alumno de Johann Joseph Fux en Viena y de Alessandro Scarlatti en Italia. Sus últimos años de vida los pasó en Dresde ocupando el cargo de secundarios en la corte de Augusto II de Polonia.

Se tienen algunos conciertos para orquesta fechados en 1723 como parte de un encargo del Conde Ludwig von Harting, un importante personaje en la vida política y cultural bohemia. A pesar de ser bastante reconocido y admirado por Johann Sebastian Bach y Georg Phillip Telemann, su música permaneció totalmente desconocida por más de dos siglos, y aunque fue albergada en la Biblioteca de Dresde, mucha de ella se perdió durante los bombardeos en la Segunda Guerra Mundial.

La música de Jan Dismas Zelenka posee una musicalidad elegante y en algunos casos su equilibrio estructural, nos pone en la antesala del Clasicismo preciosista vienés. Realmente, y a pesar de haber vivido en el período barroco, su propuesta dista mucho de obedecer a convencionalismos locales y temporales. Al haberse convertido al Catolicismo, el ambiente político y artístico de Dresde influyó profundamente en el género de su música, dedicando la mayor parte de ella al terreno religioso. Sobreviven 20 misas, 4 réquiems, 2 magnficats y 3 oratorios. En cuanto a la su música secular instrumental, Jan Dismas Zelenka es un reflejo claro del espíritu y sentir del pueblo checo. Se tienen 6 sonatas de cámara, 5 capriccios para orquesta, oberturas, conciertos de solista y un concierto para orquesta en sol mayor. Al haber roto cualquier lógica evolutiva en la historia, su música es muy difícil de clasificar, pues por un lado es capaz de generar las más complejas fugas al estilo de Bach, el formalismo concertante de Vivaldi, pero llegando a la emotividad y equilibrio clásico, ganándose el apelativo de música pre-mozartiana.

Cuantos líderes de oropel huecos de fondo, pululan en nuestro mundo, y cuántos creadores de fondo y belleza sublime permanecerán bajo la lápida de la ignorancia.

Jan Dismas Zelenka en un suspiro.

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