Comer es un deleite, pero comer con música es una verdadera apoteosis. Quizá por ello entre los siglos XVI y XVII la llamada música de banquete o música de mesa alcanzó gran popularidad. Constituida ya como un subgénero, la propuesta de Tafel musik que alcanzó mayor popularidad fue escrita por Georg Philip Telemann. Como sabemos Telemann es uno de los pilares del período barroco. Nacido en 1681 en Magdeburgo, Telemann llegó a ser más reconocido y valorado que el mismo Bach. A la muerte de su padre, la familia enfrent, como era de esperarse, una serie de complicaciones económicas, que impidieron que su madre apoyara el interés y gusto que el niño Telemann tenía por la música. Habiendo compuesto su primera obra a los 12 años, su mamá decide privarlo de toda influencia musical y lo matricula en la escuela de Zellerfeld. Sin embargo, nunca contó con que el director de esa institución identificara el talento del joven y le apoyó proporcionándole todos los recursos disponibles.
Telemann aprendió a tocar de forma autodidacta, el órgano, el violín, la flauta, la viola da gamba, el oboe y el chalumeau. Telemann era un gran melodista vivaz y creativo, capaz de generar motivos que a todos gustaban.
La mayor parte de su vida la pasó en el puerto de Hamburgo, que por su posición, se consolidó como un importante centro comercial. Era una ciudad libre y sin una nobleza residente, pero con una gran clase media sumamente educada e instruida en las bellas artes. La actividad comercial y el intenso ir y venir de intelectuales y artistas permitió a Telemann nutrir su música de influencias francesas, italianas y alemanas, pasando, claro está por su muy peculiar estilo personal. Del mismo modo, el simple hecho de estar en ese centro comercial permitió que su música pudiera viajar y extenderse por toda Europa. Se sabe que llegó a tener una posición económica acomodada triplicando el salario de Johann Sebastian Bach, aunado a sus ingresos por la venta de su música en un ingenioso sistema de suscripción.
De hecho, la música de banquete, se editó y publicó en fascículos para suscriptores de toda Europa. La Tafelmusik es una serie de piezas de carácter doméstico y precisamente para hacerla popular, Telemann tuvo el cuidado seguir dos criterios fundamentales, a saber, melodías sumamente amables, vivas y divertidas, y un nivel de interpretación intermedio que permitiera ser abordado por el músico promedio o diletante. Esto quiere decir, que no era música escrita para grandes virtuosos. La estructura que seguía era mediante una obertura, un cuarteto, un concierto, un trío, una pieza solista y un final en la misma tonalidad. El objetivo era crear una música jubilosa al inicio y al final, dejando en la parte intermedia un espacio íntimo que permitiera las charlas y fluir de las conversaciones en un ambiente elegante de muy buen gusto. Otra característica de su música de banquete o Tafelmusik es el manejo de diversos instrumentos creando un colorido muy especial lleno de matices que condimentaban los alimentos y el estado de ánimo de los contertulios y comensales.
¡Qué delicia de música! Buen provecho…en un suspiro.
