El beis está ya en plena efervescencia, ya colmada la expectativa del inicio de campaña nos encontramos ya inmersos en las Ligas que más nos interesan: la Mexicana y las Mayores. En nuestra pelota un poco preocupados por el lento arranque de nuestros Algodoneros. Después de 19 juegos y gracias a ganar la serie en Durango recién abandonó el sótano de la Liga, mandando precisamente al fondo a los Generales. Cuando no se cumplen los veinte partidos ya incluso ya habido bajas y altas, en nuestra Liga los directivos no se tientan el corazón a la hora de despedir peloteros que no han tenido impacto inmediato, que los espere su abuelita dicen, si no desquitas en un mes, ya se hace tarde y vas para otro lado, y así se echa andar el carrusel, este no funcionó en Yucatán (por dar un ejemplo) te lo cambio por el que no me funcionó aquí. Siempre con la esperanza que el cambio de aires revitalice al pelotero en desgracia.De las nuevas contrataciones de Laguna (que hizo doce) el que no necesita adaptarse a nada es el incombustible Jesse Castillo, el infielder algodonero, batea .339, con once remolcadas, par de jonrones y en su especialidad, los dobletes, ya tiene nueve (todo antes del juego de ayer). Por cierto, el cachanilla ya ingresó al club de los 1,500 hits o más.
Castillo es un ilustre veterano de nuestra pelota, un referente que inició su carrera en Liga de Verano en Yucatán en 2005, pasó al Veracruz en 2010 a Tabasco en 2011, se mudó al norte en 2014 con el Riel, en 2018 se convirtió en acerero, enseguida se fue a Guadalajara donde el año pasado fue nombrado el retorno del año con los Mariachis. A sus 39 años el Jesse es el líder de Algodoneros y define como nadie la palabra "rentable".
El equipo de Oscar Robles empieza dar signos de recuperación con algunas sacudidas al roster, lo que no debe de preocupar ni poner en duda nunca a la dirigencia guinda es la fidelidad de la afición algodonera, el cada vez más bonito parque de la Revolución sigue y seguirá registrando grandes entradas, sin importar la marcha del equipo, ir al estadio ahí junto al bosque es como ir al cine, una tradición, el asunto es salir a nuestro entretenimiento favorito, en familia a comer y beber y luego, ya se verá si la película o el juego estuvo bueno o no.
El Revolución ya es una opción de diversión para todos, donde parte fundamental del show es la gente, siempre dispuesta a participar y pasársela bomba, los desalmados de la pantalla se cotorrean medio mundo y el otro medio mundo se desternilla de la risa. El Pollo, un mimo emplumado que hace conexión instantánea con la banda. Noches de pasársela bien y si el equipo sigue levantando el circulo virtuoso se cerrará.
En las Grandes Ligas la gran manzana está irresistible, Mets y Yanquis "roban" en sus respectivas ligas. Los Astros en la Oeste de la Americana llegaron a once victorias seguidas y le sacan medio juego a los Angels. Los campeones (mis Bravos de Atlanta) están teniendo peligrosamente otra vez un inicio demasiado lento, batallando un mundo para al menos jugar pelota de .500, es verdad la temporada pasada reaccionaron y terminaron ganando la Serie Mundial, pero es sumamente improbable que repitan el chistecito.
Esperamos que lo más pronto posible tengamos otra vez a los magníficos juniors amenizando la fiesta, Acuña, Guerrero y Tatis, chavos que revitalizan el beisbol y es un gusto verlos jugar. Lo privilegiado que somos de poder ver a Shohei Ohtani, el japonés es capaz de lanzar una recta de cien millas y pegar un jonrón de 450 pies en el mismo partido, sin problema. Y que tal ver en turno al considerado mejor bateador en el negocio, Juan Soto. Estrellas del nivel de Harper, Trout, Pujols, Correa, Judge por mencionar algunos blockbusters. ¿Y en la loma? Kershaw, Buehler, Scherzer, Bauer, deGrom. Una enorme cantidad de talento nos hace pensar en una inolvidable campaña de 2022. Suerte a tu equipo y para finalizar dos preguntas ¿Quién crees que ganará la Serie Mundial? Y ¿Por qué repetirán los Bravos? Como dice el gran Michael Kay cuando la bola rebasa la barda "See Ya".
