(EFE)
En un nuevo comunicado y tras el asesinado de dos sacerdotes jesuitas y un civil en el estado de Chihuahua, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) llama al Gobierno federal y a los distintos niveles de gobierno a revisar las estrategias de seguridad que aseguran "han fracasado". Piden escuchar las diferentes voces, acción que asegura no hace débil a nadie pero que fortalece a la nación.
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"Es tiempo de escuchar a la ciudadanía, a las voces de miles de familiares de las víctimas, de asesinados y desaparecidos, a los cuerpos policiacos maltratados por el crimen. Es tiempo de escuchar a los académicos e investigadores, a las denuncias de los medios de comunicación, a todas las fuerzas políticas, a la sociedad civil y a las asociaciones religiosas. Creemos que no es útil negar la realidad y tampoco culpar a tiempos pasados de lo que nos toca resolver ahora. Escucharnos no hace débil a nadie, al contrario, nos fortalece como nación.
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Todos somos mexicanos, todos necesitamos vivir en paz y concordia", dice el documento firmado por monseñor Rogelio Cabrera López, arzobispo de Monterrey y presidente de la CEM.
De acuerdo con los obispos y arzobispos de México, es responsabilidad de los gobernantes aplicar la ley con justicia para erradicar la impunidad, respetando los derechos humanos, pero procurando la seguridad de los ciudadanos y la paz social.
Los sacerdotes católicos hacen un llamado a las autoridades para convocar a un diálogo nacional para emprender acciones "inteligentes" e "integrales" con el fin de alcanzar la paz mediante una participación conjunta. "Creemos que la paz es posible, que tiene que ser posible. En esta tarea todos los ciudadanos de buena voluntad podemos ser aliados.
En el documento firmado por los integrantes de la Conferencia del Episcopado Mexicano, señalan que el crimen se ha extendido por todas partes trastocando la vida cotidiana de toda la sociedad, afectando las actividades productivas en las ciudades y en el campo, ejerciendo presión con extorsiones hacia quienes trabajan honestamente.
"El reciente asesinato de un civil y de dos sacerdotes Jesuitas dentro del templo católico de Cerocahui, en la región de la Tarahumara en Chihuahua, no es más que una muestra más de la falta de valores y sensibilidad a la que se ha llegado, perdiendo todo respeto a la dignidad humana".
Denunciaron también que en tres años y medios, según datos oficiales, se han registrado más de 122 mil asesinatos a manos del crimen organizado.
Como Iglesia, reconocieron que no han hecho lo suficiente para evangelizar los pueblos por lo que aseguran que redoblarán esfuerzos. "Queda mucho por hacer en la reconstrucción del tejido social, desde la labor pastoral que nos es propia. Reafirmamos nuestro compromiso manifestado en nuestro primer eje transversal del proyecto pastoral 2021-2024: La Construcción de paz. Por tanto, hacemos un llamado a todo el pueblo de Dios, en especial a los sacerdotes, religiosos (as), catequistas, evangelizadores y demás agentes de pastoral, a sumarse en los trabajos por concretar el proyecto de Paz de Cristo".
