Sergio Flores le cortó una oreja a 'Peñolero', su primer enemigo de la tarde.
El tlaxcalteca Sergio Flores cortó una oreja y se alzó como el triunfador de la corrida de toros celebrada ayer en la plaza de toros Alberto Balderas, de Ciudad Lerdo, que contó con una excelente entrada, muy cerca de su máxima capacidad, con aforo reducido.
Se lidiaron cuatro toros de la ganadería San Miguel de Mimiahuapan, todos de fina estampa, destacando por su bravura el segundo y el tercero.
Abrió el festejo "Lerdense" con el 235 en hierro, 515 kilogramos de peso, de fina estampa, negro, bragado, cornivuelto, para Arturo Macías, en rosa y oro, de elegante labor con capote y quites con chicuelinas tras castigo de dos puyazos. Otra terrible exhibición con banderillas dio paso a una faena destacada por el pitón derecho, luciendo el matador con pases de rodillas y mostrando su experiencia para lograr entender al animal, segunda estocada caída requirió del descabello para terminar la obra tras escucharse par de avisos.
De la puerta de chiqueros salió "Peñolero", herrado con el 492, de 500 kilos, negro, enmorrillado, cornivuelto, para Sergio Flores, ataviado de azul marino y oro, su labor con el capote fue sentido, ejecutando chicuelinas que ya desnudaban la nobleza del animal que recibió un puyazo. Dos buenos pares de banderillas, brindis al público presente y toreo de muleta contra las tablas, rematando con trincherazos; naturales en los medios y el astado siempre respondiendo, hasta que una estocada trasera y par de descabellos acabaron con su existencia, recibiendo el honor del arrastre lento y el matador una oreja.
Siguió en suerte "Gilio", herrado con el número 222, de 510, recibido por "El Cejas" con faroles de rodillas que arrancaron palmas del tendido, pasando a la suerte de varas y rematando con mandiles. Toreó en los medios, acompañando al astado hasta el último de sus pasos, manoletinas sentidas y colocando media estocada, insuficiente para cumplir su propósito y debió recurrir al descabello, encontrando el éxito al segundo intento; saludando al tercio, para dar la vuelta al ruedo tras la petición popular.
Cierraplaza "Lagunero", con el 481 en la piel, de 505 kilos de peso, cárdeno, bragado, astifino, recibido con sendas verónicas del tlaxcalteca Flores, cediendo a una excelente labor del picador, merecedor de la vuelta al ruedo. Un buen par de banderillas y brindis al respetable, con la muleta ejecutó manoletinas bien sentidas, largos derechazos que fueron recompensados con palmas, aunque con la espada ocurrió un desastre y el matador se fue en blanco, pero aplaudido por los laguneros.
