Cualquier variación en la lluvia afecta los almacenamientos. (ARCHIVO)
El agua superficial depende mucho de condiciones climáticas aleatorias, por lo que el 73 por ciento del agua que ingresa a la presa El Palmito (Lázaro Cárdenas) proviene de la precipitación y la recarga que ocurre en la parte alta y media de la cuenca, entonces, cualquier variación en la lluvia afecta esos almacenamientos.
"Si bien los acuíferos también tienen una dependencia principal de la parte alta, son fuentes más seguras, porque no están sujetos a la presión de la evaporación, es el agua más segura, por eso, en este momento no es solamente la principal fuente de agua para la economía para la población sino que también, ahí están nuestras reservas de agua", explicó Gerardo Jiménez, investigador de Encuentro Ciudadano Lagunero.
Señaló que, en caso de contingencia ambiental, en un periodo de sequía, se reducirá la disponibilidad, se tendrá que recurrir a fuentes alternas como los acuíferos y, si están sobreexplotados, no se contará con ello, lo que derivará en un periodo de estrés e inseguridad hídrica, de modo que se debe prevenir y no esperar a eso.
En este sentido, dijo que la recuperación del acuífero Principal y el río Nazas siguen vigentes, pues no hay ninguna propuesta de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) para alcanzar estos objetivos, urgen a mantener la Agenda Hídrica regional y empatarla con el Programa Hídrico.
Agregó que el proceso del amparo del Cañón de Fernández respecto a la derivadora en la zona protegida fue un aspecto muy puntual relativo al cuidado del río y se encontró una solución alterna a la vía jurídica, con carácter vinculante, sin embargo, consideró que la Agenda Hídrica sigue en los temas torales.