
Conexión primordial
Hay quien dice que la música y la danza son medicinas para el alma, y en el caso de la Danza Primal esto es una gran verdad, tal y como lo describe el psicólogo Isaac Calderón “la danza cura porque es una medicina que fortalece el cuerpo, sana, libera las emociones y clarifica la mente y el espíritu”.
Calderón explica que la Danza Primal se puede considerar como una meditación en movimiento ya que es un sistema corporal energético que activa nuestras capacidades básicas usando el movimiento para poder liberarlo, activarlo y potencializarlo.
Durante la sesión que dura aproximadamente 2 horas y media el facilitador da una serie de instrucciones sobre posturas, gestos, movimientos, sonidos y respiraciones, las cuales son complementadas con música para ir conectando con diferentes estados o activando la energía de los chakras, “esto se toma nada más como referencia, como un mapa a seguir, creemos que el ser humano empieza con la confianza que está relacionado con el chakra raíz, luego con el disfrutar de las cosas vinculado al segundo chakra; la psicología occidental ha nombrado de forma diferente esto de los chakras, por ejemplo, Sigmund Freud hablaba de las diferentes etapas como la anal o la oral, y mucho de eso tiene que ver con los chakras, con las sensaciones”, señala el psicólogo.
Incluso está demostrado científicamente que los chakras coinciden con los plexos neurovegetativos, que son una central nerviosa en la que confluyen y se distribuyen una gran cantidad de nervios. El equivalente a los plexos a nivel energético lo constituyen los chakras. “Nosotros tomamos como referencia el sistema oriental y le pusimos el nombre de capacidades básicas, que todas las personas tenemos y que en algún momento dejamos de desarrollar o desarrollamos de más, y nos vamos guiando por esas capacidades que se van integrando la una a la otra hasta que nos reconocemos como seres espirituales”, señala Cárdenas que cuenta con un profesorado en esta técnica.
Sin embargo, pese a lo que su nombre podría sugerir la Danza Primal no es un baile, no consiste en coreografías ni en movimientos complicados que hay que aprender, sino por el contrario en la liberación de nuestras capacidades expresivas más originales. De esa manera permite recuperar el contacto con nuestras emociones, modularlas y expresarlas de forma saludable, lo que ayuda a prevenir y resolver los bloqueos energéticos que dan origen a la mayoría de las enfermedades, así lo señala en su página de internet Daniel Taroppio quien es el creador de está técnica.
Taroppio quien es es Psicólogo Clínico, egresado con Diploma de Honor y Medalla de Oro; Magíster en Desarrollo Personal e Interpersonal, escritor y profesor universitario de grado y post-grado, empezó sus investigaciones hace treinta años con la intensión de desarrollar una metodología que ayudara a las personas a contactarse con sus más profundas potencialidades y a alcanzar una vida plena de sentido.
Fue así como desarrollo el modelo teórico llamado Interacciones Primordiales y los métodos de autoconocimiento, sanación y crecimiento personal que nombró Coaching Primordial y Psicoterapia Primordial, los cuales utilizan a su vez como herramientas de trabajo la Comunicación Primordial, la Danza Primal, y la Meditación Orgánica.
De acuerdo a la información proporcionada por la Escuela de Psicología Transpersonal la Danza Primal tiene como objetivos:
En el plano emotivo ayudar a resolver bloqueos de la expresividad y trastornos de la sexualidad, la alimentación o el stress.
En el nivel afectivo permitir la reconexión con las necesidades naturales de encuentro, intimidad, ternura, comunicación e intercambio de cuidados.
En el plano mental estimular enormemente la creatividad y la inteligencia para vivir en plenitud.
En la dimensión espiritual, las posturas, gestos, sonidos y movimientos primales reconecta a la persona con su origen universal, permitiéndole volver a fluir con la vida.
Taroppio explica que la Danza Primal se fundamenta tanto en la psicología y las terapias corporales-energéticas modernas como en las antiguas tradiciones espirituales de la humanidad, en donde la música y la danza han estado presentes para ayudarnos a conectar con la alegría de vivir y elevar nuestro espíritu, por eso es ideal para todas las personas.
“Es para todos, niños, personas de la tercera edad, con lesiones, incluso se han realizado sesiones con personas parapléjicas o que están es sillas de ruedas, es para gente valiente que quiere trabajar consigo mismo”, finaliza Cárdenas.