Mi donador llegó como un ángel: paciente duranguense

Jorge Ávila Meraz siempre había sido una persona optimista, activa, dinámica e inquieta; sin embargo, su salud no era del todo buena, padecía dolores de cabeza severos, hasta que la noche del 15 de abril del año 2016 tuvo gran dificultad para dormir, se sentía mal y su presión arterial estaba muy elevada.

Tuvo que acudir al Hospital General de Zona del IMSS, donde recibió tratamiento para controlar la situación, pero también recibió un diagnóstico que le marcaría su vida.

Insuficiencia Renal Crónica, en etapa cinco, con función renal menor al 10 por ciento e hipertensión arterial crónica.

Así fue el informe médico que recibió y por lo que tuvo que iniciar un tratamiento de soporte de vida llamado hemodiálisis, consumo de múltiples medicamentos y también el deterioro de diversas funciones de su cuerpo.

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Jorge perdió las ganas de seguir adelante sobre todo porque para lograrlo requería un trasplante de riñón de un donador vivo para salvarle la vida, pero pasaron varios meses sin poder conseguirlo lo que fue mermando su estado físico y mental.

"Mi donador llegó como un ángel", redordó Jorge. Fue en una comida familiar cuando su cuñado Francisco Martínez preguntó por su salud, "yo creí que estaba soñando, porque sus palabras fueron las más hermosas que he escuchado hasta el día de hoy 'no te preocupes Jorge, yo seré tu donador'", eso fue a finales del 2019.

El proceso para el trasplante fue complejo, pues el protocolo se realizó en un periodo de dos años y seis meses, retrasado incluso por la pandemia por COVID-19. Se tuvo que estabilizar la salud de Jorge, durante todo el 2020 ya que estaba en condiciones muy delicadas y por la pandemia se habían suspendido algunos de esto servicios.

Finalmente, este año se llevaron a cabo múltiples estudios para verificar la compatibilidad y también monitoreo permanente del estado físico de Francisco, el donante.

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Una vez concluidos los protocolos se hizo el envío a la Unidad Médica de Alta Especialidad número 71, en Torreón, Coahuila, donde un equipo multidisciplinario de cirujanos le realizó, tanto a él como al donador, estudios más profundos de histocompatibilidad para, en medida de lo posible, asegurar el éxito del trasplante.

Fue el 27 de marzo de este año cuando fueron sometidos a cirugía, Jorge y Francisco, quienes tuvieron la fortuna de salir en excelentes condiciones, la cirugía de trasplante fue exitosa.

Hoy, a seis meses de haber sido trasplantado, Jorge lleva un estilo de vida saludable, cuida mucho su salud física, pero también de salud emocional, pues dice que antes de recibir la donación de riñón su estado de ánimo no era bueno, había perdido las ganas de hacer tantas cosas, hasta las que más le gustaban, y ahora disfruta cada momento, pero también se ha puesto como meta el compartir su historia y su vivencia.

"Perdamos todo temor, la palabra amor está devaluada, hoy en día podemos demostrar el amor que sobrepasa toda barrera de tiempo y espacio, el dar vida por nuestros amigos o incluso por alguien que no conocemos, por eso yo invito a que todas las personas se sumen a decir sí a la donación", concluyó Jorge.