En México usamos con frecuencia el refrán español "a río revuelto, ganancia de pescadores" para referirnos a aquellas personas que, cuando las circunstancias son confusas o caóticas, sólo buscan sacar provecho para sí. Su uso tiene un connotado peyorativo porque se alude al rasgo oportunista de esas personas. Hay otra perspectiva que pone el acento en la oportunidad colectiva presente en toda ocasión, incluso en las más abigarradas. Acá lo importante es la detección de un posible beneficio comunitario en tales circunstancias y hacer lo necesario para conseguirlo.
En alguno de los capítulos de la famosa serie "Juego de tronos" es, si mal no recuerdo, Tyrion Lannister, interpretado por Peter Dinklage, quien hace una de sus habituales preguntas capciosas a su interlocutor. Con tono casuístico le inquiere: "¿sabes lo que es el caos?", el cuestionado solo atina a responder con un silencio prolongado y con cara de vacilación. Entonces, el tercero de los Lannister le dice casi susurrando: "una escalera, el caos es una escalera". Al igual que el refrán popular, en este aserto se supone que hay quien es capaz de transformar la confusión en una escalera por la cual ascender. Como en el caso previo, hemos de suponer que el ególatra querrá utilizar la escalera para sí mismo y nadie más, en tanto que, como oportunidad colectiva, también podría ser usada la escalera para el ascenso grupal.
Ambos enunciados vinieron a mi memoria al leer una frase de Rodríguez Olaizola: "Érase una vez un país en el que el poder político se usaba para afrontar problemas (en lugar de usar los problemas para ganar poder)". Quizá, sin mucha variación en el sentido de tal enunciado, podríamos aplicarlo a la Comarca Lagunera a fin de reflexionar la actitud regional ante los problemas que tenemos. ¿Cuál actitud prevalece en el debate público comarcano respecto a los problemas y retos comunes? ¿Acaso la de usar el poder político (o de cualquier otro tipo) para generar soluciones, acuerdos y llamados a la acción? ¿O predomina la costumbre de enredar más los retos para ganar poder? En otras palabras, ¿la región se caracteriza porque ante los problemas sabemos que a río revuelto ganancia de pescadores y, por tanto, se privilegia el oportunismo ególatra? ¿o acaso los problemas son vistos desde la perspectiva de oportunidad para ganancia de la comunidad?
Tal vez sea demasiado simplificador suponer que es lagunera la tradición de revolver las cosas por parte de algún o algunas personas oportunistas para sacar provecho de una situación en particular. Pero de poco consuelo sería constatar que es una actitud que trasciende épocas y fronteras si, al final del día, se trata de una práctica que en nuestra región nos afecta cada vez que nos enfrentamos a la necesidad u oportunidad de resolver un problema compartido.
Un ejemplo que ayudaría para esta reflexión es el cauce que está tomando la llamada "socialización" del proyecto Agua saludable para La Laguna. Un seguimiento a la trayectoria, posturas, capacidades y nexos de las múltiples organizaciones e instituciones participantes nos permite distinguir cuáles han hecho de la confusión su escalera y cuáles otras están trabajando para convertir este reto y oportunidad en una condición de mejora colectiva. Basta con observar la rigidez e intransigencia de algunas para constatar que, en efecto, "a río revuelto, ganancia de pescadores".
En un ambiente enrarecido e intencionalmente confuso, se esperaría que emergieran las capacidades de ciertos actores sociales y echaran a andar el invento más pacífico que como humanidad nos hemos dado para enfrentar un reto común: la política, la magia del diálogo, el acuerdo razonado y el compromiso llevado a la acción. Pero ese invento de la razón dialogada tiene en la rigidez ególatra de algunos actores a su principal desafío. Queda la pregunta, ¿es aceptable que un bien mayor quede suspendido porque unos pocos consideren desde su rigidez que solo ellos deben subir la escalera en medio del caos? Con esa actitud incluso esos actores también pierden y el bien común se desvanece.
@EdgarSalinasU
