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Agua

Diálogo

YAMIL DARWICH

Dicen que las nuevas guerras del mundo están basadas en la necesidad de controlar el agua utilizable para el consumo humano, tanto productivo como hidratante. Los mexicanos no podíamos ser la excepción.

En México, existe una lucha constante entre los usufructuarios, quienes, a cada día, enfrentan mayor oposición de la población en general, a medida que se conocen los efectos negativos que producen.

Estas luchas se acentúan en las zonas áridas, donde el agua se transforma en defensa del derecho de sobrevivir; en los orígenes de La Laguna, están referidos los desencuentros con amagos de violencia, caso de las diferencias entre los habitantes de San Pedro de las Colonias, Coah. y Tlahualilo, Dgo. o entre Leonardo Zuloaga, terrateniente del lado de Coahuila, contra Juan Ignacio Ramírez y Juan Nepomuceno Flores, ambos del estado de Durango, quienes luego de escarceos amenazadores, finalmente llegaron a acuerdos en la repartición del líquido elemento.

En el medio internacional sobresale el Medio Oriente, donde la lucha entre Israel y los países árabes, incluyendo al Líbano -etnia diferente, descendiente de fenicios- el agua juega un papel primordial, realidad curiosamente poco denunciada por la prensa. Buena parte del agua de regadío y consumo humano procede del Monte Libanés y la montaña del Hebrón, siendo un factor oculto de la discordia.

Regresando a lo nuestro, en el presente se han verificado encuentros cruentos entre el Gobierno Federal y los agricultores de Chihuahua, quienes, defendiendo los derechos de agua para sus cultivos han llegado a resistir, hasta violentamente, los intentos para desabastecerlos y cumplir el convenio firmado con los Estados Unidos de Norteamérica, sobre el agua rodada.

Hoy día, La Laguna, se encuentra amenazada con la falta de agua en el mediano plazo; algunos hablan de 4 a 10 años, en que acabaremos de profundizar la carencia del líquido elemento, aún para satisfacer las necesidades básicas.

Un viejo lagunero, ya fallecido, me decía: -la causa de nuestras debilidades no está en los demás, está en nosotros mismos, que no podemos ponernos de acuerdo-. Verdad que ahora vivimos ante las posibilidades de atender, en buen tiempo el desabasto, azuzados con el divisionismo, sin un líder respetable, moderador y conciliador.

Sabemos que nuestro abasto de agua se complementa con pozos perforados que extraen el doble de la carga que reciben de los acuíferos. Esa es la causa del alza de sales, arsénico entre otros peligrosos, que siguen el principio básico de la química: a menor continente -agua- mayor contenido-sales.

Así nació el "Proyecto de agua saludable", propuesta de las autoridades federales, quienes, con una inversión multimillonaria y descrito en pocas palabras: trata de canalizar agua del Río Nazas para consumo de los laguneros.

"Pro defensa del Nazas", agrupación de personas, amparados, se oponen al proyecto por considerarlo dañino para el equilibrio ecológico del Cañón de Fernández; basan su resistencia en que, al parecer, las obras contempladas afectarían 3.5 hectáreas del polígono del parque estatal, que tiene una superficie de 17 mil hectáreas, el 0.020 por ciento de la superficie en el área de amortiguamiento; del área natural protegida, el humedal de importancia internacional -sitio Ramsar-; y ser considerada una unidad de protección por el municipio de Lerdo y el estado de Durango.

Desafortunadamente, hasta ahora, la planificación y proyección únicamente ha sido medio de propaganda política; las acciones efectivas, retenidas por procesos de amparo logrados por los opositores y la solución esta condicionada al sometimiento.

También han aparecido opiniones que muestran lógica y mesura: alcanzar el uso racional e inteligente del agua, apoyados en la tecnología.

La Secretaría de Agricultura, asegura tener fórmulas para reducir hasta un 50% el consumo: aplicando tecnología de última generación en regadíos de parcelas -se dice que el 75% de agua la consumen cultivos de alfalfa-; reparando sistemas de tuberías urbanas - por fugas, se pierde al menos 50% de la entubada-; recuperar al río, rescatándolo del daño que pequeños propietarios y ejidatarios producen al invadir sus márgenes, deforestándolo y sembrando cultivos ineficientes; y, sobre todo, contener la sobreexplotación de los más de 2,000 pozos de extracción, supervisándolos efectivamente, cancelándolos y/o redefiniendo sus capacidades y necesidades. ¡Tener control!

La información de las partes en conflicto es tecnificada y muy vasta, de tal suerte que solamente los verdaderos conocedores del manejo del agua pueden tener ideas claras de lo conveniente y ellos reciben pocas oportunidades de expresarse; nosotros quedamos confundidos, sin saber lo que viene al futuro, presas del "sospechosismo".

La politiquería no respeta y entorpece la solución; el agua se agota y la "espada de Damocles" pende sobre nuestras cabezas, las de los menores y de los futuros laguneros aún por nacer.

Hay problemas que requieren soluciones inmediatas; asegurar el agua para La Laguna es uno de ellos y en tanto lo politizan el tiempo corre. ¿Qué opina?

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