El 68 es un parte aguas de la historia mundial. Se pensaba que el mundo podía estar contento con la oferta que le ofrecía el mundo capitalista. Pronto vendría la decepción; en México, un gobierno represor se fue contra los estudiantes y el alud no se pudo detener hasta culminar con el 2 de octubre, donde el ejército acribilló a los jóvenes en la plaza de las tres culturas. Hasta hoy se sigue viviendo el luto porque definitivamente, hay fechas que no se pueden olvidar. Algo similar pasó en Francia y en otros lugares del mundo-. En el capítulo anterior, ya habíamos dicho que en los Estados Unidos se protestaba contra la guerra de VietNam y los derechos humanos de los afroamericanos.
Posteriormente, Echeverría intenta virar hacia un socialismo muy suigéneris. Es el golpe de estado en contra de Allende, en Chile, y este gobierno recibe a muchas personas de esta nación y les da trabajo. En el 70, el mismo Echeverría utiliza a los halcones para apaciguar las protestas estudiantiles.
Su arriba y adelante se convierte en un abajo y atrás. La moneda comienza a devaluarse. La paridad del 12.50 desaparece y la inestabilidad económica del país va a convertirse en una constante. Nos volvimos un país muy folclórico; se deja de festejar con coñac para contentarse con el agua de horchata.
Con López el pillo nos sigue yendo peor. La devaluación de la moneda continúa sin que se pueda detener. Se habla de defender la moneda como un perro; resultó ser chihuahueño; o un perro chiquito de esos que les dicen toy, porque en el transcurso de los años se le agregaron tres ceros a la moneda. De 12.50 por un dólar pasa a 12, 500.00 viejos pesos. Es la única época de nuestra historia en que pudimos gastar millones de pesos sin que nos doliera.
Como los presidentes no pueden tener la culpa de los males de México, el chivo expiatorio es la banca y entonces, para culminar su período, se nacionaliza. La corrupción comienza a irrumpir con menos ataduras en la vida nacional. El narcotráfio opera debajo del agua.
Ante un país quebrado hay una presidencia de transición. El de Miguel de la Madrid.
Desde los tiempos de Echeverría, a la juventud se le dan mucho distractores para que deje de interesarse en corrientes ideológicas de izquierda y se dejen de tener sinsabores como el del 68. Por los miedos de enfrentarse a la juventud, se les deja hacer. En el plano educativo, desaparecen las materias inútiles como la ética, y se le da mucho impulso al fanatismo del deporte. (Las cantinas más grandes de México son los estadios de fut bol) En los setentas y ochentas, si a algo se le tiene miedo es al festejo del día del estudiante.
El arroz prieto de Miguel de la Madrid, fue la reacción tardada ante el sismo de 85. Fue la población civil quien primero acudió al rescate de las víctimas y mucho más tarde, la autoridad.
Ante el desencanto del sistema, el mismo partido se desquebrajó, y se vino a fundar el PRD con Cuauhtémoc Cárdenas a la cabeza. En las elecciones presidenciales, se cayó el sistema; aunque la vox populis dice que Cárdenas ganó, el siguiente en la presidencia fue Carlos Salinas de Gortari.
Con él comienza la onda del neo liberalismo. Las empresas estatales se venden al mejor postor, se vuelve a privatizar la banca que posteriormente quebrará rotundamente y será salvada por nuestros impuestos. Se comienzan los pactos del libre comercio, aumenta la corrupción; no olvidemos al hermanito incómodo que después del sexenio de su hermano, se hospedará en una prisión. También comienzan a darse una serie de asesinatos políticos, hasta que el siguiente candidato del PRI también es asesinado; y así lo convierten en una especie de santo nacional. Andrés Manuel, por vez primera, se hace candidato por el PRD a la presidencia.
El presidente Zedillo continuó con las políticas neoliberales y la represión como la de Aguas Blancas y Acteal. Ya dijimos que la banca quiebra y la rescatan con nuestros impuestos. El fondo monetario mundial pone condiciones duras para ayudarnos económicamente. En el 94 el movimiento zapatista de liberación nacional se da a conocer en Chiapas, y es un juego más en que a los mexicanos y a los indígenas, se les da atole con el dedo.
El PRI al fin será vencido.
