Los productos de la Hacienda Doña Mary actualmente se comercializan de forma local. (JESÚS GALINDO)
María Elena Guerrero de García es una apasionada lagunera productora de higo con un sueño: convertir a la Comarca Lagunera en la primera productora del fruto a nivel internacional.
"La agricultura en La Laguna está en una etapa en la que debe pensar seriamente en buscar la reconversión e inyectar valor agregado, para nadie es un secreto que el agua en la región se está agotando y debemos tomar acciones como agricultores, porque esta región aún tiene mucho potencial, solo hay que encontrarlo", señala la directora general de Hacienda Doña Mary, dedicada a la fabricación de mermelada, chamoyada y tizana de higo.
Conocedora del fruto, comenta que el higo es un cultivo muy bondadoso que necesita dormir en invierno, tener espacio para crecer y estar ligeramente estresado para tener el dulzor tan característico. María Elena reconoce que el higo como fruto se consume por añoranza, "generalmente somos los adultos los que comemos higos porque nos recuerda nuestra infancia, en las colonias alguien tenía una higuera y nos robábamos la fruta, pero ya nuestras nuevas generaciones lo conocen poco, la mancha urbana fue creciendo y las higueras desaparecieron".
Sin embargo, para la productora lagunera el cultivo tiene un alto potencial, ya que no requiere tanta agua, "nuestra tierra es muy parecida a la del mediterráneo, que es donde se da la mayor producción y demanda del fruto, por todas sus bondades nutricionales y creo que como productores debemos pensar en este tipo de cultivos, que necesitan menos agua", dice.
María Elena está convencida de que no solo con el fruto es suficiente, "es importante inyectarle valor agregado al producto, ya que por sí sólo podría correr el riesgo de enfrentar un proceso de sobreproducción como el melón", comenta.
María Elena señala que con el proyecto del higo iniciaron en 2013, invitada por un grupo de agricultores que tenían un plan para producir higo todo el año, "sin embargo, vimos que el producto perdía dulzor, así que decidimos salirnos del proyecto pero seguir con la producción de higo. A la planta le dimos su espacio y la tratamos como lo que es, una planta que duerme en invierno y los resultados han sido muy positivos en términos de calidad, el dulzor único".
La productora lagunera aprovechó la pandemia para fortalecer el tema del valor agregado. Actualmente está enfocada en la producción de mermelada de higo, la famosa chamoyada, "para los jóvenes", y de manera más reciente la tizana que combina la hoja de higo con hierbabuena, que es un excelente expectorante.
La prioridad, dice, es inocuidad desde el proceso de corte hasta que el producto es envasado. Apresurada en el paso, María Elena, mostró su planta de procesamiento, compuesta por su oficina, el área de producción, integrada por cuatro mujeres, incluida una química, quien toma las muestras adecuadas para que el producto cumpla con todos los estándares de calidad, además de un cuarto frío que ayuda mantener el higo en buen estado y su almacén donde tiene sus insumos. Todo con estrictas medidas de higiene y sanidad.
María Elena comenta que en la actualidad está buscando dos certificaciones, lo que le permitirá acceder a nuevos mercados. Una enfocada a la producción de alimentos y otra en el proceso de corte. Las certificaciones se llaman HACCP y la que otorga el Servicio Nacional de Certificación Ambiental para Inversiones Sostenibles (SENASICA).
"Como productores debemos pensar en todo al momento de inyectarle valor a nuestro producto, cuáles son las tendencias del mercado y qué es lo necesita la sociedad", afirma; en su caso, pensó en una mermelada reducida en azúcar y en la chamoyada orientada a los jóvenes "que les gustan mucho los sabores picantes, pero hay veces que son calorías vacías y esta chamoyada al contener higo es nutritiva", señala. Finalmente, la tizana que surgió ahora con la pandemia y que puede ayudar mucho a las enfermedades respiratorias, pues es expectorante.
Los productos de la Hacienda Doña Mary actualmente se comercializan de forma local, "nos han dado oportunidad en La Tienduca, en Gourmet Cimaco, Macarius, Vinoteca La Estancia, la Castellana, Quita Kilos de Torreón y en Monterrey un negocio que se llama La Colmena".
Para la entrevistada es fundamental que todos los productores de higo en la región actúen de forma organizada y exista una mayor colaboración para poder impulsar este fruto con alto potencial, "curiosamente la mayoría somos mujeres y todas le hemos tomado mucho cariño al fruto, pero sí necesitamos apoyarnos más en cuanto a cómo estamos resolviendo los problemas, desde el cuidado de planta, hasta la comercialización", señala.
"Los agricultores laguneros tenemos un gran desafío y debemos estar abiertos a todo, el agua se nos está acabando, hay que buscar formas y cultivos que eficienticen su uso", señala.
