Debemos de hacer del agua nuestro compañero más fiel este verano. (ARCHIVO)
Actualmente es muy sencillo encontrar consejos y guías sobre la adecuada alimentación en internet, sin embargo, uno de los problemas principales es que las recomendaciones de ingesta de agua en relación con sus efectos benéficos sobre la salud, son escasas.
Esta problemática solo es producto de la falta de estudios de largo alcance, en donde se pueda señalar cómo afectan los grados de deshidratación pequeños a las personas sanas.
¿QUÉ LE PASA AL CUERPO CUANDO FALTA AGUA?
El organismo cuenta con un sistema muy fino que mantiene sus niveles dentro de un rango estrecho, a pesar de la gran variabilidad en la ingesta de agua.
Cuando bebemos poca agua, se ponen en marcha dos mecanismos. Uno de ellos tiene como finalidad disminuir la pérdida de líquido a través de la orina. El otro es el mecanismo que dispara la sed.
Por otro lado, resulta muy difícil beber tanta agua como para que tenga efectos negativos, principalmente, porque el riñón tiene una alta capacidad para eliminar el exceso en la orina (0.7-1 litro/hora).
DESHIDRATACIÓN: LA VENTANA DE LAS ENFERMEDADES
Diversos estudios señalan una asociación directa entre el grado de hidratación y ciertas enfermedades, la deshidratación se ha asociado con alteraciones urológicas, gastrointestinales, circulatorias y neurológicas.
Además, existe evidencia que relaciona un consumo bajo de agua con un mayor riesgo de problemas cardiovasculares, siendo también es un factor de riesgo para la formación de piedras en el riñón.
Para evitar inconvenientes, debemos de hacer del agua nuestro compañero más fiel este verano.
