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La Filomena, una inmigrante más y los fabulosos años 20 en La Laguna

Muchos comportamientos cambiaron en los años 20, pero uno en especial era el que se fortalecía: la identidad, fincada en el esfuerzo diario de la gente y en el triunfo agrícola de cada ciclo del algodón

En los años 20 el sentir mundial como el experimentado por México y la Comarca Lagunera era similar, donde se podía ver en esas generaciones una época vivida de muerte y desolación, con deseos de cambio en un entorno sui géneri. (CORTESÍA)

En los años 20 el sentir mundial como el experimentado por México y la Comarca Lagunera era similar, donde se podía ver en esas generaciones una época vivida de muerte y desolación, con deseos de cambio en un entorno sui géneri. (CORTESÍA)

ALEJANDRO AHUMADA

La ciudad de Torreón tiene una característica que pocos lugares en México poseen, un origen planeado donde se presentó un plano para definir lo que sería el espacio dedicado a la urbanización y vivienda, así como un sector para la industria. Aunque la superficie de la hacienda era mayor, de esta solo se destinó para el hecho una pequeña fracción, donde el eje que rigió todo el desarrollo lo fue el entorno de las dos estaciones de Ferrocarriles, Central e Internacional Mexicano.

A partir de esa unión de vías, en marzo de 1888, la gente de diferentes regiones comenzó a llegar, cada uno trajo colores, olores, sabores, costumbres y una identidad; elementos que tan pronto se establecieron, comenzaron a mezclarse para ir formando una nueva identidad propia, rica y única.

El plano rector creado por el arquitecto e ingeniero Federico Wulff comenzó a tomar forma con sus primeros pobladores y ante la carencia de todo tipo de elementos para construcción y comercio, el ferrocarril se convirtió en el medio para traer todos los elementos necesarios para su edificación y desarrollo. La música no fue la excepción, comenzaron a llegar a La Laguna todo tipo de instrumentos musicales como fonógrafos, personajes, grupos de actores y cantantes para los momentos de festejos y diversión. Los espectáculos predominantes estaban centrados en las zarzuelas y operetas; contaban con los primitivos cilindros y discos de pasta de 78 rpm de los primeros éxitos norteamericanos, que para esos años de evolución estos aparatos tenían. Era común para ese entonces, previo al término del siglo XIX, escuchar en la Plaza de Armas a los recientes fonógrafos, sus propietarios cobraban a los paseantes, que atraídos por llamativos sonidos de los nuevos artilugios no titubeaban en pagar cierta cantidad para poder escuchar la música que era la moda de ese momento; igualmente se podían encontrar con los cantantes o pequeños grupos ofreciendo un rato musical al público.

La evolución en el tiempo se reflejó en la prosperidad de la población. Los pianos y pianolas eran fáciles de ser encontrados en restaurantes y hoteles; de las anteriores, la pianola fue la sensación y era posible estar a la moda de los éxitos musicales. Con la conexión dada hacia El Paso y la ciudad Porfirio Díaz, en Texas por un lado y a la Ciudad de México en el extremo por el Ferrocarril, las tiendas locales, como la mueblería Villarreal y otras, ofrecían lo último en fonógrafos, discos y cilindros de pasta e instrumentos musicales. Había comercios con representación de mayoristas de la Ciudad de México, venta por correo de empresas americanas y lo más avanzado de la tecnología en estas áreas se podían obtener en unas cuantas semanas.

El crecimiento de la población y la mejora en la tecnología con los fonógrafos y pianolas provocó un aumento en el gusto y diversificación musical. En la Comarca, así como en muchas poblaciones, existían dos grupos, el primero llamado "líricos" que sin instrucción alguna ofrecían sus servicios en plazas, calles, bares y cantinas. Por otro lado, estaban los "filarmónicos" que era el grupo instruido y que aportaba el profesorado para la educación musical en la comarca. La música que se podía escuchar en la región iba desde la ópera, clásica, zarzuela y canciones populares mexicanas.

INSEGURIDAD

Las condiciones boyantes de la Comarca Lagunera comenzaron a cambiar para 1910, el ambiente en la población comenzó a colmarse de inseguridad, aumentando los saqueos y robos a las haciendas de los alrededores y la ciudad experimentaba incertidumbre, independientemente de las condiciones sociales que se comenzaron a gestar.

El mismo ferrocarril que trajo el progreso y la tecnología se convirtió en el medio de transporte para tropas federales y rebeldes, tomando a la Comarca y Torreón como espacios de disputa en cada toma y defensa de la ciudad. Se tuvieron cuatro tomas y en estas el saqueo, la muerte y destrucción eran una característica, el ambiente social se sacudió, mucha gente murió o cambió de residencia, los artistas locales, por obvias razones igualmente fueron afectados. Entre los saqueos y destrucción muchos espacios, como hoteles y restaurantes que sufrieron pérdidas en los pianos e instrumentos que poseían, las tiendas que vendían discos, rollos para piano, fonógrafos, cilindros e instrumentos musicales, de igual manera fueron saqueadas y en muchos de sus casos sus dueños murieron o migraron perdiendo todo. El mismo movimiento revolucionario afectó a todo el país, los mayoristas de instrumentos musicales, principalmente americanos que tenían las franquicias en la Ciudad de México, se vieron afectados por la inseguridad en el transporte para la importación y distribución de pianos e instrumentos en general. Los primeros años de revueltas afectaron a todo este sector musical. En 1914, con la invasión a Veracruz y en el 16, con el ataque a Columbus, acentuaron la problemática que se vivía de inseguridad, con un aumento de tensión entre México y Estados Unidos por reclamos de diferentes índoles entre los países. En revistas americanas especializadas en comercio hacían mención de las grandes expectativas que poco a poco se iban viendo con la relativa calma que se veía surgir para 1917, mencionando que para ellos, gracias a la destrucción en general provocada por la revolución, ese sector económico ofrecía una gran oportunidad para recuperar el mercado de exportación.

La Primera Guerra Mundial igualmente ayudaba a los norteamericanos a vislumbrar un mercado casi completo para ellos por la derrota de Alemania que era uno de los principales productores de pianos y otros instrumentos que vendían en México.

REGRESA LA CALMA

Para 1919 las condiciones mejoraban y una sensación de mayor calma se comenzaba a experimentar en Torreón y parte de México, en ese año se inauguraba el Teatro Princesa frente a la Plaza de Armas, dándole a la ciudad una nueva época para el teatro, el cine mudo y la música en general. Los viajes por ferrocarril, aunque aún experimentaban riesgo y peligro, comenzaban a retomar las giras de las compañías teatrales y de Zarzuela que se habían suspendido por inseguridad y el sector de entretenimiento como resultado recibía nuevos bríos. Los ritmos musicales que se oían en el periodo de la revolución se detuvieron, nacieron otros ritmos o estilos que se comenzaron a escuchar, junto a la canción y corrido revolucionario, que enaltecía los grandes sucesos de esos momentos o que contaban las batallas, géneros como el tango y otros ritmos se empezaron a propagar. La industria del fonógrafo retomó su camino y ya por todo el país los cazadores de talento continuaban su búsqueda por todos los poblados debido a una gran competencia comercial entre estas empresas, buscando y grabando nuevos valores locales que iban alimentando sus catálogos para un sector de consumo que comenzaba a recuperarse.

LOS AÑOS 20

Llegaban los años 20, el sentir mundial como el experimentado por México y la Comarca Lagunera era similar, donde se podía ver en esas generaciones una época vivida de muerte y desolación, con deseos de cambio en un entorno sui géneris que se comenzó a gestar, donde el detonante era el hartazgo y deseo de cambio. Los elementos que se juntaron y mezclaron, lo fueron, la llegada de ritmos frenéticos y distintos a los que se habían acostumbrado por muchos años, como lo fue el jazz, el foxtrot, el shimmy shimmy con su forma de baile y ritmos extravagantes.

El cine mudo era apoyado con la imagen de las artistas que tomaban como moda y medio de expresión a esa tendencia un corte de pelo corto llamado "Bob Cut" y que era un modo visual de rebeldía y cambio en una libertad femenina a las costumbres muy arraigadas que las mujeres habían vivido por años. El mismo cine igual influía en la forma de vestir, dejando ver en las mujeres las piernas y escotes igualmente como parte de esa rebelión moral y sexual mostrada no nada más por el pelo corto y que ante esto provocaba que les llamaran Flappero "pelonas".

LA LAGUNA TIENE ALGODÓN

En Torreón como en la Comarca Lagunera, con todo y sus batallas, sin importar los momentos más álgidos de la revolución, se siguió sembrando algodón y como es conocido, antes y después de esos períodos, el clima seguía siendo uno de los principales obstáculos para su crecimiento y producción. Cada año, al iniciar la pizca, comenzaba el tiempo de celebración para toda la Comarca, el cultivo era el fiel reflejo del esfuerzo por lograr la mejor cosecha y si era un buen año se veía en la derrama económica que se daba. La fama de Torreón no fue para esas fechas la mención de las grandes batallas y tragedias sufridas por la región, el hablar de la Comarca y Torreón era el algodón como símbolo de grandes extensiones y de gran producción.

La estabilidad social y económica se recuperaba, mucha gente murió o dejó la Comarca en la etapa de la Revolución, posterior a esto, poco a poco siguieron llegando nuevos habitantes e inmigrantes que formaron una generación con nuevos valores.

Aunque en el entorno seguían la inseguridad y saqueos, los empresarios locales seguían invirtiendo y en el sector de entretenimiento las influencias extranjeras o externas impulsaban al sector, los cantantes ambulantes volvían a la calle y los repertorios eran más abundantes, la población pudiente retomaba los fonógrafos y las pianolas volviéndose a escuchar nuevos temas y ritmos en una forma más rápida y dinámica, los profesores de música formaban nuevos músicos y el cine mudo provocaba nuevas necesidades.

En Estados Unidos el cine mudo era acompañado por música interpretada en un órgano y junto a los rollos de cine eran entregadas las partituras para ser tocadas a la par de las situaciones de la película para profundizar en las emociones, mientras que en México la situación era totalmente diferente, donde las películas eran acompañadas por grupos musicales llamados bandas de jazz en los mejores casos o simplemente por pianistas o músicos que repetían las pocas piezas conocidas por ellos sin seguir la secuencia de la película.

Para 1922 nació El Siglo de Torreón y día a día dio cuenta en sus noticias cómo la ciudadanía iba tomando y respondiendo a todos los cambios de la década de los 20. El choque social en Torreón se manifestaba en un principio con el desacuerdo del comportamiento desobediente de los jóvenes en los bailes de jazz y foxtrot, así como en la imagen de las flappers o "pelonas" con una actitud de rebeldía al comportamiento que se vivía normalmente en las costumbres sociales y familiares.

La participación de los grupos de jazz tocando en el acompañamiento de las películas mudas en los cines ayudaron en la aceptación gradual y paulatina de estos ritmos entre la gente de la Comarca, por otro lado en la propaganda y en los anuncios frecuentes de las carteleras cinematográficas con fotografías, así como de las compañías teatrales y de zarzuela con artistas de moda mostrando el pelo corto, contagiaron y popularizaron estos cambios de apariencia personal.

El Siglo de Torreón promovió tardeadas musicales en las terrazas del Hotel Salvador y del Novedades invitando a diferentes grupos locales y en especial a la agrupación"Laguna Jazz Band" que patrocinaba este periódico, tocando los ritmos de moda de jazz y foxtrot.

La revolución musical de los 20 de México en algunos ritmos se centró en la Ciudad de México, pero el control y dirección que tomó la música en general se dirigía por las grabadoras principalmente. Cada ritmo o género tuvo a sus compositores, pero en esta época, algunos de los grandes de la música mexicana compartieron en sus inicios ambientes comunes, viajando y experimentando entre diferentes ritmos. Artistas como Pedro Vargas, Agustín Lara, María Grever, Lorenzo Barcelata, Eduardo Vigil, Guty Cárdenas, Alfonso Esparza Oteo, Tata Nacho y en especial, para nuestro tema, Jorge del Moral, Federico Ruiz y Guillermo Posada.

LA FILOMENA

A finales de 1925, Del Moral compuso la letra o estribillo, Federico Ruiz, la música y el arreglista lo fue Guillermo Posadas de la pieza llamada"La Filomena" en un ritmo de foxtrot, los tres participaron en el medio musical del teatro componiendo piezas musicales o zarzuelas completas, igualmente, en lo personal, cada uno interactuaron con varios de los artistas previamente mencionados desde sus inicios hasta una época dorada posterior en los 30. Guillermo Posadas está considerado como uno de los iniciadores del jazz en México con su Orquesta Posadas, al tiempo, formó una nueva llamada Orquesta Tropical, tuvo el éxito de interactuar con Enrico Caruso. Del Moral en sus inicios usó el pseudónimo de G. Ross y junto con Federico Ruiz tuvieron en esos momentos de juventud una inspiración para el género del jazz y foxtrot. Ambos, poco antes de componer "La Filomena" participaron componiendo letra y música de algunas de las piezas de la obra teatral escandalosa para esas fechas llamada "Mexican Rataplan",una adaptación de la obra francesa ¡Voila le Ba-ta-clan! que si de por sí el ambiente de los años 20 de cambio social y de costumbres, esta obra con semidesnudos le añadía un ingrediente más con erotismo y una nueva forma de expresión sexual. A los tres meses de su puesta en escena se fue de gira y se presentó en el teatro Princesa de Torreón con la actriz Emma Duval. No es difícil imaginar la respuesta de la población tradicional de Torreón a todos esos cambios sociales en ese 1925.

Muchos comportamientos cambiaron en esos momentos, pero uno en especial era el que se fortalecía, y era el de la identidad, fincada en el esfuerzo diario de la gente y en el triunfo agrícola de cada ciclo del algodón. El principal grupo promotor fue el de los Rotarios quienes se fundaron en 1923 en Torreón; en ese mismo año el señor Luis Reyes Spindola, rotario de Torreón, sugirió que se premiara la primer paca formada de algodón de cada temporada, donde esa fardo resumía los mejores valores de la población, su gente y su tierra, culminando este deseo en 1925, celebrándose así la Primer Feria del Algodón. Un año después, en 1926, se celebró la convención Rotaria regional, en la cual se elegiría el nuevo gobernador del tercer distrito y esta sería disputada por diferentes delegaciones como la de Monterrey, Durango, Tampico, Piedras Negras, Eagle Pass y Houston. El 4 de marzo de 1926 comenzaron a llegar a la estación del ferrocarril las delegaciones rotarias y la de Monterrey fue una de las primeras en llegar. Esta delegación la encabezaba Roberto Sada quien contendía por la gubernatura rotaria y en su propaganda se anunciaba como "Bob Sada", le acompañaba el ingeniero José F. Ortiz quien se establecería en Torreón años después y sería el director del Banco de la Laguna por muchos años. El Siglo de Torreón, relata,en una forma muy detallada,la llegada de la delegación regiomontana con canciones alegremente entonadas y estas acompañadas por un grupo de jazz que trajeron, las notas del periódico no dicen qué canciones fueron, pero en testimonios orales de parte del ingeniero Ortiz en entrevistas en vida y al tiempo hechas por El Siglo de Torreón, hace mención del estribillo creado para ese momento haciendo la mención de "La Laguna tiene dinero, La Laguna tiene algodón" y el coro de "¡Torreón, Torreón!". El estribillo fue compuesto como apoyo a la campaña de Bob Sada y fue usado en la reunión que duró varios días. En todo el Centro y el entorno del Casino de La Laguna se podía observar la gran fiesta que se llevó a cabo y la gran algarabía que el grupo de Monterrey provocaba con su grupo de jazz que los acompañó por todos lados en su estadía en La Laguna.

Al tiempo la pieza de la Filomena no modificó su nombre, la música de Federico Ruiz no cambió, el arreglo de Guillermo Posadas se transformó a diferentes ritmos en el tiempo, y la letra de Guillermo Ross tal vez nunca la conoció la gente de Torreón o rápidamente fue superadA por el estribillo creado por la delegación de Monterrey, y fue el que desde ese momento a su arribo a Torreón, quedó como un inmigrante más que llegó a La Laguna y aquí se quedó tomando lo mejor de su gente y de la región.

Si la vida la tuviéramos que contar con canciones, estoy seguro que "La Filomena" es parte de la vida de todos los laguneros, sin importar la generación en que se vivió, es la pieza que reúne todos esos colores, sabores, olores, triunfos, logros de este Torreón y los orgullos de todos los tiempos desde ese 4 de marzo de 1926 donde se cantó y tocó por primera vez.

Para conocer un poco más en lo musical se puede visitar el siguiente sitio http://museos360.com.mx/filomena/ o escanear el código QR, aquí se podrá escuchar la primera versión de La Filomena en foxtrot y un poco de la producción musical de sus autores.

LA FILOMENA

Torreón, Torreón, tú eres mi dicha, tú eres mi encanto,

tú eres mi tierra de promisión.

Torreón, Torreón, tú siempre vives, tú siempre vives

en lo más noble de mi corazón.

En la tierra de La Laguna, rica, fértil, como ninguna

y los hombres con su tesón

son digno ejemplo de abnegación.

El obrero, el campesino, el maestro, el industrial,

todos trabajan con entusiasmo

siempre alentados por un solo ideal.

Torreón, Torreón, tú eres mi dicha, tú eres mi encanto,

tú eres mi tierra de promisión.

Torreón, Torreón, tú siempre vives, tú siempre vives

en lo más noble de mi corazón.

La Laguna es de Coahuila, La Laguna es de Durango

La Laguna nunca se olvida, porque nos brinda su rico algodón

La Laguna es de Durango, La Laguna es de Coahuila

La Laguna es nuestra vida, símbolo bello de unificación.

[email protected]

A finales de 1925, Del Moral compuso la letra o estribillo, Federico Ruiz, la música y el arreglista lo fue Guillermo Posadas de la pieza llamada “La Filomena”. (CORTESÍA)
A finales de 1925, Del Moral compuso la letra o estribillo, Federico Ruiz, la música y el arreglista lo fue Guillermo Posadas de la pieza llamada “La Filomena”. (CORTESÍA)
La pieza de La Filomena suena cada hora en el emblemático reloj ubicado en la Plaza de Armas. (EL SIGLO DE TORREÓN)
La pieza de La Filomena suena cada hora en el emblemático reloj ubicado en la Plaza de Armas. (EL SIGLO DE TORREÓN)
En este código QR podrá escuchar la primera versión de La Filomena en foxtrot y un poco de la producción musical de sus autores.
En este código QR podrá escuchar la primera versión de La Filomena en foxtrot y un poco de la producción musical de sus autores.

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Escrito en: historia La Laguna historia de Torreón

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