Cualquier actividad, por muy sencilla que parezca, si está mal ejecutada puede afectar nuestro cuerpo, comparte el fisioterapeuta Rafael Sepulveda Muñoz.
El trabajo desde casa y el sedentarismo se volvieron parte de la rutina de muchos ante la pandemia del COVID-19 y no es más que un factor de riesgo para la salud a corto y largo plazo.
Cualquier actividad, por muy sencilla que parezca, si está mal ejecutada puede afectar nuestro cuerpo, comparte el fisioterapeuta Rafael Sepulveda Muñoz.
“El simple hecho de barrer, de trapear, de subirnos a alcanzar algo en la alacena o al momento de agacharse a recoger algo, puede perjudicarnos en el día a día”, afirma.
Cuando no se realizan de manera correcta estas actividades, se suele sentir molestias en el cuerpo, principalmente en la espalda, que es uno de los músculos donde más aparece el dolor.
Cuando una lesión no se atiende correctamente y lo único que hace el afectado es automedicarse o aguantarse la molestia, a la larga puede concluir en una cirugía que pudo evitarse.
Si hay una lesión y no se atiende de manera adecuada, esa lesión se puede agravar y va a traer consecuencias peores.
Puede volverse crónica y después llegar a una cirugía, dependiendo el caso”, comparte Sepulveda Muñoz.
El objetivo de la fisioterapia es comprender y estudiar el movimiento corporal de las personas, con el fin de mejorar su salud y con ello su calidad de vida.
El movimiento y correcto funcionamiento de nuestro cuerpo parece fácil, pero los daños pueden surgir si no se usa correctamente para ejecutar tareas, independientemente del nivel de dificultad que tengan éstas.
RIESGOS Y SOLUCIONES
Los principales factores para que una persona sienta dolor corporal son la tensión, dormir mal, cargar cosas pesadas, el sedentarismo y permanecer en posturas incorrectas durante tiempo prolongado, ya sea frente a la computadora o haciendo otra actividad.
Para ello, un fisioterapeuta tiene experiencia en recuperar el movimiento corporal humano que puede verse limitado y adolorido por estas actividades, el ejercicio físico o algún accidente.
No obstante, Rafael Sepulveda afirma que no es necesario sentir dolor para atenderse: “Casi siempre actuamos nosotros como fisioterapeutas hasta después del dolor, una lesión o una operación. Pero la persona puede acudir con nosotros, se hace un estudio de evaluaciones y pruebas físicas para ver que todo en el cuerpo esté correctamente: la postura, la musculatura, los movimientos, los rangos articulares, la caminata”.
FISIOTERAPIA A TU RUTINA
Contrario a lo que se suele pensar, no es necesario que haya un dolor o fractura aparente para acudir con un fisioterapeuta, Sepulveda Muñoz afirma que se puede acudir a citas de rutina para así mejorar la calidad de vida.
“Si una persona asiste, se le puede enseñar actividades para hacer en su día a día, cómo sentarse, cómo levantarse de una silla, de una cama, ¿para qué? pues para evitar ciertas lesiones que se producen a raíz de eso”.
No hay una edad recomendada para asistir a fisioterapia, desde embarazadas, bebés, hasta adultos mayores pueden acudir en cualquier momento, si hay una molestia y si no, para prevenirla.
“Una sesión de fisioterapia no hace milagros, pero da una mejor calidad de vida, ayuda a su recuperación y las personas pueden seguir viviendo sus días plenamente”, asegura el fisioterapeuta.
