De no haber sido tratado a tiempo, pudo haber muerto. (INTERNET)
Nick Holterman, de 24 años, pudo haber perdido la vida por una bacteria ‘comecarne’ que contrajo al usar la rasuradora de alguien más.
El estadounidense de la ciudad de Los Ángeles, terminó con la infección cutánea luego de confundirse y utilizar la afeitadora de su compañero de casa, informa el New York Post.
Primero comenzó a padecer de una infección respiratoria grave y notó erupciones cutáneas ‘similares a picaduras de araña’, en el área de la barbilla. Su médico le recomendó antibióticos para la infección, pero éstos no surtieron efecto y la bacteria continúo avanzando sobre su rostro. "Me salieron pústulas y llagas profundas en la barbilla y a lo largo de la línea de la mandíbula", cuenta Nick.
Cuando las úlceras en su piel aumentaron de tamaño, el joven regresó al hospital, donde más pruebas y exámenes médicos indicaron la causa real y comenzó a ser tratado por impétigo, una enfermedad cutánea altamente contagiosa, causada por estreptococos o estafilococos resistentes a los antibióticos tradicionales, que de no ser tratada adecuadamente, puede resultar en la muerte.
"Solo quiero recordarle a todo el mundo que no comparta navajas de afeitar ni utilice las de otras personas. Puedes contraer una bacteria carnívora resistente a los antibióticos, que es extremadamente dolorosa y que supura todo el tiempo", advirtió Holterman.
