En la creencia popular el "Cuco" es para los niños un monstruo.
En realidad se trata de un pájaro que sobrevive a través de su estrategia. Esta inteligencia "comercial" se transmite a sus polluelos.
El Cuco no prepara su nido. La hembra observa atentamente el terreno y detecta una pareja que está en proceso de construcción. Analiza cuidadosamente los movimientos de la hembra y el macho a los que usará como "padres adoptivos" para sus crías. Cuando la hembra realiza la puesta, elige un momento de distracción, roba un huevo del nido y pone uno propio. Se come el huevo robado y el suyo imita rápidamente la pigmentación de los que están en el nido.
Cuando nace el polluelo de Cuco espera pacientemente que su "madre adoptiva" se aleje y arroja a los otros huevos del nido, siempre antes que eclosionen.
El polluelo es el único ocupante del nido y muy pronto duplica en tamaño a sus padres, que lo alimentan sin cesar por el modo imperioso en que lo reclama.
Los Cucos tal vez parezcan seres impiadosos. La naturaleza está llena de ejemplos de supervivencia en el que lo hacen los más aptos, en este caso, a expensas de los más débiles. ¿Injusto? Quizá.
Esta especie necesita sobrevivir y ha aprendido conductas que podríamos definir como tácticas exitosas.
Si hiciéramos una simple analogía surge claramente que muchas empresas podrían mejorar su performance si aprendieran del cuco.
¿Cómo? ¿Qué?
-Tiene una estrategia y esta se transmite a los demás pero con formato flexible. No hacen siempre lo mismo.
-Observa el ambiente y utiliza la segmentación basada en la oportunidad.
-Se mimetiza con sus adversarios en una alianza silenciosa y no confrontativa.
-Actúa con precisión y rapidez sin acciones grandilocuentes.
-Tiene capacidad constante de adaptación al medio y al contexto que elige para actuar.
-Se sintoniza con el mercado desde la comprensión de sus características.
-Tiene la habilidad de desplazar a otros competidores hasta transformarse en único receptor, lo que le permite seguir viviendo.
Hay un dilema para los hombres, no para los cucos. Sobrevivir a expensas de otros. ¿Todo vale?
La naturaleza tiene sus reglas y sus razones, también su equilibrio. En el mercado, algunos hombres, disfrazan sus conductas impiadosas de valores que enmascaran al cuco detrás de apariencias benefactoras.
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