La Jornada
Boca del Río, Ver.- La muerte de más de treinta recién nacidos en el hospital regional de Comitán, Chiapas, fue producto del “cóctel de pobreza y desatención gubernamental” al sector salud y la situación podría reproducirse en otras regiones del país donde existen condiciones similares como Jalisco, Oaxaca, Veracruz, Hidalgo y San Luis Potosí, sostuvo el presidente de la Confederación Nacional de Neonatología (CNN), Eusebio Angulo Castellanos.
Urgió a los gobiernos federal y estatales a destinar más recursos en las áreas de educación, salud y alimentación en las zonas rurales e indígenas, así como aumentar el personal y unidades médicas como medidas inmediatas para evitar el surgimiento de más casos y desechar el concepto de que en México los niños en regiones marginadas están condenados a la muerte.
Entrevistado en el contexto del XII Congreso Nacional de Neonatología que se desarrolla en esta ciudad, Angulo Castellanos dijo que el fallecimiento de 32 bebés en Comitán, aunque es un caso inédito en el país por la difusión que ha tenido en los medios de comunicación, también es explicable si se consideran las condiciones en que se dieron.
Aseguró que estas muertes no son otra cosa que el producto del contexto de pobreza y la falta de esquemas sanitarios eficientes para atender a la población, principalmente la que habita en las regiones rurales e indígenas.
“Esto es un caso típico de los países del tercer mundo, no es nada raro cuando hay tanta marginación”, afirmó.
El especialista dijo que en Chiapas y en muchos sitios de la República Mexicana “hay una combinación de bajos insumos y presupuestos para unidades médicas y programas de salud, falta personal capacitado y medicamentos, pero también hay indiferencia de las familias en cuanto al cuidado del desarrollo fetal”.
El presidente de la CNN dijo que en México persisten aquellas condiciones para que las mujeres embarazadas se enfermen y corran riesgo de muerte al igual que sus hijos, principalmente en zonas con mayor marginación.
“Los niños... que presentan desnutrición desde el útero de la madre, que también desarrollan problemas cardiacos y respiratorios pues tienen alto riesgo de morir si no hay médicos especializados ni hospitales óptimos y solamente un milagro los puede salvar”, dijo.
Expuso que la medida inmediata para evitar la reproducción del caso Comitán en otros sitios de México es que las autoridades federales de Salud y los gobiernos estatales destinen mayores recursos presupuestales en los ramos de educación, alimentación y salud. En una palabra, para combatir la pobreza extrema y garantizar los derechos a la salud, precisó.
“Mientras persista la falta de recursos para unidades médicas y personal, no haya esquemas para fomentar el cuidado preventivo de la salud y para combatir la desnutrición, pues persistirá la leyenda de que solo Dios podrá salvar a estos niños”.
Finalmente, Angulo Castellanos refirió que dentro del XII Congreso Nacional de Neonatología se incluyó el tema de la muerte de los 32 niños chiapanecos en Comitán en una de las mesas de trabajo y la opinión generalizada fue la urgencia de que se destine un mayor techo presupuestal en el rubro de salud.
