Iniciado en Chicago, hace 24 años, como una propuesta de alternativa para ayudar al pueblo tibetano a recuperar sus libertades esenciales, el hermano del Dalái Lama y Richard Rosenkranz, nominado al Premio Pulitzer en historia y antiguo corresponsal del Senado de los Estados Unidos propusieron la creación del Día Mundial del Tíbet, a celebrarse cada 6 de julio desde 1997.
De acuerdo con su portal oficial, el día "es fundado con tres objetivos principales: primero crear un evento anual global para ayudar a recuperar las libertades esenciales de aquellos que viven en el Tíbet ocupado; segundo aumentar la conciencia de las amenazas genocidas a la gente de Tíbet; y tercero, celebrar la belleza y valor únicos del pensamiento y cultura tibetanos".
Respecto a la celebración el Dalái Lama aseguró que "El Día Mundial de Tíbet ha ayudado muchos en aumentar la conciencia y apoyo para la causa tibetana y ha abierto muchos corazones a los derechos esenciales del pueblo tibetano de preservar su cultura y practicar su religión libremente".
