La cómica historia fue compartida en redes sociales. (INTERNET)
Angela Holloway olvidó separar sus compras del supermercado con las de sus padres y los dejó por error con la comida de su gato. Sin embargo, los ancianos no notaron que la lata que se quedó en su casa no era comida de humano y la degustaron, volviéndose aficionados del que creían era un nuevo paté.
Cuando le pidieron más de éste a su hija, Angela se dio cuenta, al ver la lata, que sus padres habían abierto la comida de gato y tuvo que darles la noticia, sin poder contener la risa.
“Mi madre se echó a reír y luego mi hermana se echó a reír. Mis costados se partían, me dolía la boca, me estaba riendo mucho ", relata Angela, añadiendo que por fortuna su madre, hermana y hasta padrastro, aunque algo preocupado por lo sucedido, se lo tomaron con humor, recoge el diario Mirror.
La confusión ocurrió porque la etiqueta está escrita en francés, dado que los británicos se mudaron a Francia en 2015, pero aún no se han familiarizado del todo con el idioma y la rutina. "Obviamente, vivir en Francia es bastante difícil, todavía tenemos que averiguar qué son algunas cosas", explicó Angela.
