Columnas Social

Entre lo malo y lo perverso

Las palabras tienen la palabra

JUAN RECAREDO

A lo largo de nuestra vida, nos encontramos con personas malas y otras que son peores: perversas. Lo perverso es algo muy malo, lo que daña con toda intención, y a veces hasta con alevosía y ventaja. Por cierto, hago una pequeña pausa de lo perverso para decirle sobre la palabra alevosía, que es cuando el delincuente se asegura de que se cometa el delito contra las personas pero que él -el malito- no tenga riesgo alguno. Es un tipo de trampa, y ese es el significado original de "alevoso": "el que comete muchas trampas".

Bueno, pero estábamos con lo perverso, que viene del latín perversus y que podemos ver que incluye la palabra versus, que conocemos bien el significado que tiene: en contra. O sea que el perverso está totalmente "volteado" o en contra… ¿de qué? Pues de las reglas que tiene la sociedad, y por eso no sólo las rompe, sino que va totalmente en contra de ellas. ¡Qué ser tan perverso!

El perverso es un ser maligno, o sea que es "malillo desde chiquillo" porque ha nacido así y es malo por naturaleza. Es un malvado que también es un "avieso", que quiere decir "fuera de las reglas" o "torcido". Avieso viene del latín aversus, que quiere decir "que se ha desviado, que se aleja", o sea, como dirían los católicos: "¡qué alejado estás de Dios, criatura!". Una palabra parecida es "travieso", que tiene el mismo origen que avieso pero con la partícula latina trans, que quiere decir "atravesado". Por eso decimos que un niño que es travieso, ¡como cae atravesado! Sin embargo, el travieso hace sus malicias pero que no son muy importantes, son travesurillas que no trascienden.

Los malvados hacen sus fechorías y sabemos que éstas -las fechorías- son cosas malas pero no sabemos exactamente cuáles son. El diccionario de la Real Academia Española define a las fechorías como malas acciones o travesuras, que, como ya dijimos, no son tan graves. El origen de la palabra "fechoría" está relacionada con el verbo "hacer" que en latín es facere. De ahí nacieron muchas palabras que seguimos usando hoy, como factor, factoría, factura, etc. Y pues una de ellas es "fecho", que ahora se relaciona con lo hecho, pero que está mal hecho… una mala acción.

Un ser maligno es alguien despreciable -o sea, que se desprecia, que se aleja del aprecio- es alguien vil y despiadado, alguien abyecto… A ver, espéreme… ab…¿qué? Abyecto, que es el vil, despreciable, y es una palabra que viene del latín abiectus, que significa cobarde, abatido, humillado.

Y ya casi me voy con mis maldades a otra parte, pero antes le comparto otra de estas palabras malas que no es muy común: protervo. Protervo es aquel que es obstinado por la maldad, un individuo que es malo de tiempo completo.

A esos hay que decirles, entrecerrando los ojos: "¡cuánta maldad hay en ti, deveras!"

Soy Don Juan Recaredo… compártame sus dudas y comentarios.

[email protected] Twitter: @donjuanrecaredo

ME PREGUNTA:

Laura Vázquez: ¿Las festividades como el Día del Niño o Navidad se escriben con mayúscula inicial?

LE RESPONDO:

Sí, Laura. Si se refiere al nombre oficial de cualquier festividad civil o religiosa, lleva mayúscula inicial: el Día del Niño, Navidad, Día de la Madre, Año Nuevo, etc.

LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA:

Frase que le atribuyen a Arthur Clarke: "Puede que nuestro papel en este planeta no sea alabar a Dios, sino crearlo".

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