Se han definido los lugares para semifinales, en los partidos de ida los punteros Cruz Azul y América se llevaron un buen susto, al momento América en suspenso y la máquina prolongó la angustia para sus fieles y sufridos aficionados entre los que se cuentan algunos queridos amigos y si no es por un periodo de indecisión de Toluca tal vez otra cosa se hubiera escrito, si bien esta situación es una referencia forzada por los comentaristas, parece que los reflectores de estos se centran más en ver el resbalón de un equipo que ha tenido una excelente temporada que en su poderío.
Lo de Puebla es de tomarse muy en cuenta avanzando y puede ponerle un susto a cualquiera, contra los rojinegros parecía, y lo fue, un duelo parejo aun con una temporada de lamentable inicio y un buen cierre que llevó a la clasificación a Atlas dio cuenta de las antiguas margaritas prolongando su larguísimo ayuno de un campeonato, con los camoteros pareciera que hay una mano que mece la cuna tras el anuncio de la transferencia de Ormeño a algún equipo del grupo Pachuca y el prescindir en momentos muy necesarios de su capacidad goleadora, haciendo notar su ausencia. América reflejó ante Pachuca lo que fue el cierre incierto de su muy buena campaña, al momento de escribir esta columna su clasificación estaba en juego aun con un inicio con un descontón Tuzo mostrando su ADN e igualando por la vía del penal logrando el 2-1 en el minuto 26.
Y Santos Laguna después del primer partido en el que pudo hacer la remontada fue a la hermosa casa de los Rayados a hacer la hombrada y a callar bocas clasificando con angustia pero con un gran mérito, después de un incierto primer tiempo pero llegando una y otra vez el restante, llegando la respuesta a su esfuerzo en los botines de Ronaldo Prieto, uno de sus juveniles, provocando la locura, fue de nuevo una gran sensación de euforia parecida a aquella ante Tigres en el nuevo Estadio Corona, esto también es muy meritorio, los jóvenes Ocejo, Muñoz, Campos, Prieto y Acevedo lo hicieron, en lo personal me emociona el carácter y temperamento del capitán, superando con madurez las situaciones como el error del partido de ida en el que se originó el gol que adelantó a los regios, las emociones te asaltan y lo recuerdo en su infancia acompañándonos en el túnel de viejo y querido Corona para saltar a la cancha con sus entonces ídolos, esa juventud que los expertos señalaban como desventaja nos pone en semifinales, espero que Carlos o alguien cercano lea esto, que los hay muchos, y diga que le pido que siga al frente como en aquellos tiempos en los que soñaba estos momentos y lleve a la lucha sin reservas a nuestros guerreros en este barco de ilusión ¡Hasta la próxima!
Jorge Mario Galván Zermeño // [email protected]
