A 24 años en prisión fueron sentenciados el padre y la madre de un niño de dos meses de edad que fue ingresado ya sin vida al Hospital General de Gómez Palacio el año pasado, con huellas de violencia.
La lectura de sentencia se llevó a cabo el pasado viernes en el Centro de Justicia para Niñas, Niños y Adolescentes, en contra de Alejandra Palacios, de 24 años de edad, y Alejandro Gutiérrez, de 35, por el delito de homicidio y homicidio calificado.
Día de los hechos
En los antecedentes del caso, se informó que la noche del 7 de agosto de 2020, Alejandra, con domicilio en la colonia Rincón San Alberto, llegó al Hospital General con su bebé de dos meses de edad.
Tras ser revisado por los médicos, estos le indicaron a la mujer que su hijo ya estaba muerto.
Al ser cuestionada sobre lo sucedido, manifestó que cuando fue a ver a su niño, notó que ya no se movía ni reaccionaba, y por eso decidió llevarlo al hospital.
Personal médico se percató de que el menor presentaba una mordedura en la espalda, huellas de violencia y desnutrición, motivo por el cual, el área de Trabajo Social del Hospital General, dio parte a la Vicefiscalía de la región Laguna Durango.
Son detenidos
Autoridades ministeriales dieron fe de lo sucedido y detuvieron a la mamá del menor para que rindiera su declaración y el Ministerio Público decidió integrar la carpeta de investigación por el delito de homicidio, al contar con elementos suficientes.
Dos días después de los hechos, los agentes de la Policía Investigadora de Delitos (PID) detuvieron al padre del bebé, en atención a una orden de aprehensión girada por un juez en su contra y ambos fueron enviados al Centro de Reinserción Social (Cereso) de Durango tras dictarse la prisión preventiva.
2 MESES
De edad tenía el bebé que llegó sin signos vitales al Hospital General de Gómez Palacio.
Abreviado
La defensa solicitó el procedimiento abreviado, toda vez que la pareja reconoció su delito y se le dictó sentencia condenatoria de 24 años de prisión por homicidio calificado.
HOMICIDAS. Fueron internados desde el 2020 en el Centro de Reinserción Social (Cereso) número 1 de Durango.
