La presión en los hospitales por la COVID-19 aumentó este domingo en Francia pese a los signos esperanzadores que asegura ver el Gobierno de una ralentización del ritmo de contagios por las restricciones, en un día en que se notificaron 34,895 nuevos casos. (ARCHIVO)
La presión en los hospitales por la COVID-19 aumentó este domingo en Francia pese a los signos esperanzadores que asegura ver el Gobierno de una ralentización del ritmo de contagios por las restricciones, en un día en que se notificaron 34,895 nuevos casos.
En la página web dedicada a los datos de la pandemia, el Ejecutivo comunicó también la muerte en 24 horas de 178 pacientes en los hospitales, que son menos que los 210 del sábado. Desde que empezó la serie estadística hace trece meses se han contabilizado 98,750 fallecimientos en Francia.
En los hospitales, el número de internados por el coronavirus subió este domingo a 30,671, frente a los 30,326 del sábado.
La situación también empeoró en las ucis, con 5,838 personas, después de los 5,769 de la víspera, muy por encima de los 4,900 del pico de la segunda ola a mediados de noviembre.
En una entrevista a Le Journal du Dimanche, el ministro francés de Sanidad, Olivier Véran, dijo que ven "los primeros signos que muestran que el comportamiento de los franceses, las medidas de freno y la vacunación han atajado la muy fuerte subida" de casos de coronavirus.
Esa ralentización en la progresión, según Véran, es mucho más marcada en los departamentos en los que las restricciones llevan más tiempo en vigor.
Está previsto que el régimen de semiconfinamiento actual, que el fin de semana pasado se extendió a todo el país, se prolongue al menos hasta finales de este mes de abril para poder empezar la desescalada con garantías.
Por lo que respecta a la vacunación, la Dirección General de Sanidad francesa indicó que hay 10,809,209 personas que han recibido una primera inyección y de estas 3,721,019 ya tienen las dos que les garantizan la inmunidad completa.
