Doctor en casa - Alimentación

Lo último que sabemos de la Vitamina D

Las dos fuentes principales son la luz solar y la dieta

Antes de pensar en consumir algún suplemento de vitamina D, hay que poner atención a nuestra alimentación procurando llevar una dieta correcta, es decir: completa, adecuada, equilibrada, variada, suficiente e inocua.

Antes de pensar en consumir algún suplemento de vitamina D, hay que poner atención a nuestra alimentación procurando llevar una dieta correcta, es decir: completa, adecuada, equilibrada, variada, suficiente e inocua.

EL SIGLO DE TORREÓN

En los últimos meses la vitamina D ha cobrado popularidad, ya que su consumo se ha asociado con una mayor protección contra el COVID-19.

Es cierto que la vitamina D, al igual que otras como la A, E y nutrimentos como el hierro,  cobre, zinc, selenio, la glutamina, los aminoácidos ramificados, tienen un rol importante sobre el funcionamiento normal del sistema inmunitario.

Pero estos nutrimentos solo ejercen su efecto positivo cuando se consumen como parte de una alimentación equilibrada y completa que nos permita obtener todos los nutrimentos y energía que nuestro organismo necesita para mantener la salud.

Las dos fuentes principales de vitamina D son la luz solar y la dieta.

La luz solar ayuda a la síntesis interna de vitamina D3 y aunque por mucho tiempo, se pensó que a través de este mecanismo se lograban cubrir todos nuestros requerimientos, estudios recientes han evidenciado la deficiencia de vitamina D en la población mexicana.

INCLUYE ALIMENTOS RICOS EN ESTA VITAMINA

• Los pescados grasos como la trucha, el salmón, el atún, así como los aceites de hígado de pescado, se conocen como las mejores fuentes naturales de vitamina D.

• El hígado de ganado vacuno, el queso y la yema de huevo contienen cantidades pequeñas de vitamina D.

• Los hongos aportan algo de vitamina D. Algunos hongos se exponen a la luz ultravioleta para aumentar su contenido de esta vitamina.

• Los alimentos fortificados con vitamina D son un gran recurso ya que contribuyen a que podamos cubrir nuestras necesidades de esta vitamina. Entre ellos destacan los alimentos lácteos como la leche, el queso y el yoghurt, seguidos por cereales, algunos jugos y otras bebidas.

SUS EFECTOS

La vitamina D ejerce sus efectos positivos sobre diferentes tipos de células inmunitarias: macrófagos, células dendríticas, células T y B. Los macrófagos y las células dendríticas expresan receptores de vitamina D.

Los efectos de la vitamina D en las células inmunitarias afectan de tal forma que pueden activar o inhibir varios mediadores de nuestra respuesta inmune.

Existen estudios que demuestran el importante papel clínico de la vitamina D en el sistema inmunitario, principalmente en los casos de infección del tracto respiratorio superior, en la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), en infección por VIH, en pacientes críticos y en infecciones respiratorias en infantes.

SU RELACIÓN CON EL COVID-19

Algunos estudios recientes han considerado el impacto de la vitamina D sobre el COVID-19. En un estudio realizado por la Clínica Mayo con 489 personas, se encontró que aquellas que tenían una deficiencia de vitamina D tenían más probabilidades de tener un resultado positivo para el virus que causa el COVID-19 que las personas con niveles normales de vitamina D.

Sin embargo, a la fecha, no hay suficientes datos para recomendar el uso de suplementos de la vitamina D para prevenir la infección con el virus que causa el COVID-19 ni para tratar el COVID-19, de acuerdo con los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos y la Organización Mundial de la Salud.

Se necesita hacer más investigación para determinar qué papel tendrán la vitamina D y la deficiencia de vitamina D en la prevención y el tratamiento del COVID-19.

No es aconsejable la suplementación con vitamina D sin supervisión médica, ya que al ser una vitamina liposoluble se puede acumular en el cuerpo y puede ser nociva. Las concentraciones demasiado elevadas de vitamina D en la sangre (superiores a 375 nmol/L o 150 ng/mL) pueden causar náuseas, vómitos, debilidad muscular, confusión, dolor, pérdida del apetito, deshidratación, micción y sed excesivas, y cálculos renales. Las concentraciones sumamente elevadas de vitamina D pueden causar insuficiencia real, arritmia y hasta la muerte.

Leer más de Doctor en casa - Alimentación

Escrito en: ALIMENTACIÓN NUTRICIÓN

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Doctor en casa - Alimentación

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Antes de pensar en consumir algún suplemento de vitamina D, hay que poner atención a nuestra alimentación procurando llevar una dieta correcta, es decir: completa, adecuada, equilibrada, variada, suficiente e inocua.

Clasificados

ID: 1879196

YouTube Facebook Twitter Instagram TikTok

elsiglo.mx