Condecorado. El poeta Rubén Rivera fue el ganador del Premio Bellas Artes de Poesía Aguascalientes 2021. (Especial)
La poesía hermana, une, fraterniza con los pueblos, con los amigos, con la gente. Este es el pensamiento que brota de la pluma de Rubén Rivera, ganador del Premio Bellas Artes de Poesía Aguascalientes 2021 y quien a través de su voz filtrada por la frecuencia telefónica, comparte un extracto de su vida y obra, en el marco del Día Internacional de la Poesía.
Nacido en 1962, en Guasave, Sinaloa, Rivera se influenció por su hermano mayor en el gusto por la lectura. Gracias a él, sus ojos pudieron entrar en el mundo de Pablo Neruda, José Martí, Jorge Luis Borges o Miguel Hernández.
"Yo veía a mi hermano leer y me empecé a identificar con la literatura. Y él me empezó a prestar títulos como 20 poemas de amor y una canción desesperada, ensayos sobre Borges, hablábamos sobre José Martí y ahí empezó el proceso de inducirme para formarme como lector de poesía".
Aquellas lecturas le permitieron percibir de otra manera el mundo, el amor y su relación con el entorno: "...el canto del pájaro, el canto de la chicharra. Los percibía mejor, tenía un mejor acercamiento con la naturaleza, con el acontecer".
La voz es uno de los orígenes para el afluente poético. También lo es para los recuerdos de Rivera, quien con palabras comienza a componer una escena, cuando caminaba a orillas del río Petatlán, bajo los álamos, mirando correr el agua al escuchar su sonido.
"Tenía un mayor acercamiento con la poesía, una mayor sensibilidad, una mayor sensación".
Así, el joven aspirante a poeta comenzó a escribir sus primeros versos durante la escuela secundaria. Luego se trasladó a Los Mochis, donde estudió el bachillerato. Eso influyó para que él decidiera mudarse a Culiacán y estudiar contabilidad en la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS).
En tierra culichi ejerció su profesión en empresas y despachos, pero algo le faltaba, revisó en su interior y la necesidad de la palabra lo volvió a acercar a la escuela. Entonces tomó una decisión: estudiar letras hispánicas.
Entregado totalmente a la poesía, se relacionó con otros colegas sinaloenses como Gilberto Cabanillas, Gilberto Luna, y Jesús Ramón Ibarra. Entonces, ante las costas de la palabra, comenzó a escribir y zarpó entre versos; el viaje había comenzado.
EL VIAJE
Trasladarse de un lugar a otro, descubrir nuevos mundos, relacionarse con sus elementos y entender diversas maneras de leer la realidad, son fundamentales en la poesía de Rubén Rivera.
En su obra, el viaje es un acontecimiento esencial. Su primer libro, Cuerdas de mar (1995) es un híbrido de poemas escritos en Guasave y en Culiacán, fruto de una maduración sosegada. Para escribir no hay prisa, dice, Rubén Rivera prefiere que la calma arrope su obra.
Su material, que incluye una docena de poemarios, arroja dos acentos importantes: uno es Fulgor del regreso (2012) y el otro es Caravana de Sombras (2014).
El primero está basado en el viaje que el escritor francés Antonin Artaud realizó en México, donde se internó con la comunidad rarámuri y aprendió sus rituales. Rivera emuló este viaje: "Yo agarré todo ese recorrido para llevar a cabo este libro".
Entre los versos tatuados en Fulgor del regreso, se dicta: "Si he llegado de tan lejos / Es porque amo mi alma / Vine con los tarahumaras / Para encontrarme". El sinaloense afirma que en la poesía, el ser humano tiene la posibilidad de reencontrarse con su espíritu, con su esencia, con su manera de estar en el mundo, de permanecer vivo, de luchar con sus propios demonios, de convertirse en lo que es ante el universo. Es verdad que todo ser humano desfila hacia la desaparición, pero la poesía lo acompaña en cada momento de su vida.
Por eso, Rivera explica otro verso: "Esoy ardiendo igual que Artaud", pues la enfermedad del escritor francés fueron los dioses y la poesía.
La otra publicación de Rivera está inspirada en el viaje que Arthur Rimbaud realizó a Abisinia, en África. Ese libro le permitió obtener una mención honorífica en el Certamen Internacional de literatura Sor Juana Inés de la Cruz de 2014.
"Me pareció escribir Caravana de sombras sobre Arthur Rimbaud porque era un poeta que se aleja de la poesía en sí, pero no es porque se aleje, sino porque busca otros caminos, otra entrega. Por ejemplo él, a los 19 años, deja de escribir y emprende otros caminos, otros viajes. Él deja Una temporada en el infierno (1873) e Iluminaciones (1886) y su último viaje lo hace a Abisinia, a África".
Así, Rivera quiso dedicar un trabajo a Rimbaud sobre su entorno poético, su proceso creativo y su andar en el camino de la poesía. El sinaloense indagó en su biografía y en los ensayos de sus críticos, versó sobre aquello que vivió y a quiénes conoció en África.
"Ahí empieza mi entusiasmo para hacer ese viaje acompañando a Rimbaud (...) veo al hombre, al hombre que sufre, al hombre que llora, al hombre que canta, al hombre que se desespera".
El libro acaba con el último viaje de Rimbaud, cuando deja el continente negro y regresa a Francia para morir, derrotado por el cáncer, también triunfante como acaudalado.
PREMIO AGUASCALIENTES
A principios de marzo, el Instituto Cultural de Aguascalientes y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), anunciaron que Rubén Rivera había sido el ganador del Premio Bellas Artes de Poesía Aguascalientes 2021, por su obra Sendero de suicidas, donde justamente aborda ese otro viaje realizado por algunos poetas, uno del cual no hay retorno: el suicidio.
"Es el último viaje que están haciendo los poetas y determinando su propia muerte, decidiendo ellos cómo morir para integrarse a la nada o al todo, o al universo o al altísimo".
De nuevo, Rivera investigó, pero ahora sobre aquellos poetas suicidas, de qué manera habían finalizado su existencia. Entre esos nombres sobresalen Jorge Cuesta, Jaime Torres Bodet, Manuel Acuña, Sylvia Plath, entre otros.
"Fui armando la estructura del libro sin ningún propósito del aplauso, sin ningún propósito de obtener algo, sino más bien como un acercamiento con los poetas, como un homenaje con ellos, como un intermediario de escribir el último poema que podrían haber escrito ellos antes de morirse".
