Todos poseemos el derecho de tener una opinión y también el de poder expresarla. Hasta ahí está todo muy bien. En el pasado, quienes tenían el deseo de expresar su opinión sobre algún tema, los medios para hacerlo estaban algo limitados y, en muchos casos, controlados. Es decir, que para poder emitir una opinión sobre cierto tema, ésta tenía que estar más o menos de acuerdo con las formas de pensar de quienes fueran los dueños del medio que quisieras usar para difundirla.
Antes de profundizar más en este comentario, tengo que comentar con usted sobre el significado de la palabra opinión. ¿Qué es una opinión? Pues es un juicio que nos formamos sobre cierta situación, tema o persona; es el concepto que tenemos sobre alguna cosa. La raíz latina de la palabra es opinio que quiere decir precisamente eso: "formarse un juicio", y ya que andamos en esos menesteres, de una vez definimos al juicio, que es la capacidad que tenemos los humanos de distinguir el bien del mal… eso, si consideramos que se trata de un buen juicio, porque ya ve usted que no con todas las personas es así.
Un buen día llegó el Internet, con sus portales, foros y salas de chat; luego, un poquito después, llegaron las redes sociales y entonces sí, todo cambió. Me refiero a que los medios se abrieron -democratizaron, dicen algunos- para darle oportunidad a todo mundo de que expresaran lo que quisieran -bueno, casi todo-, incluso su opinión. ¡Pues qué padre! Eso está muy bien, ahora puedes opinar sobre el tema que quieras y las nuevas generaciones se han acostumbrado ya a que sus palabras se escuchen -o se lean- sobre cualquier tema.
Nada más que en esa carrera nunca nos detuvimos un momentito para pensar: ¿estamos preparados para algo así? ¿Podemos realmente emitir una opinión sobre cualquier tema? Porque antes, como los medios eran cerrados, de perdido tenías que demostrar que tu opinión tenía alguna base de conocimiento para que la pudieras compartir, pero ¿ahora? No pues, ahora cualquiera puede opinar lo que sea, sin ni siquiera detenerse a investigar un poco sobre el tema.
Esta fuerza de opinión que se ejerce desde la ignorancia es mucho más dañina y peligrosa de lo que creemos, porque esos juicios tienen enorme peso en las redes sociales, tan grande que pueden producir consecuencias en la vida real, es decir, no se queda nada más en la onda virtual.
Las opiniones se convierten fácilmente en críticas sin fundamento y muchas veces, nada más por ser populares y no necesariamente "educadas" o fundamentadas con todos los elementos relevantes, producen efectos tan negativos que puedan acabar por completo con la vida de una persona. Es así de grave.
Debemos tener muy clara esa gran responsabilidad de tener y conocer bien la información necesaria que nos permita hacer un juicio realmente válido sobre cualquier tema, y luego entonces sí, compartir una opinión que debe procurar la ecuanimidad.
Cada uno de nosotros tenemos sobre nuestros hombros esta gran responsabilidad.
Soy Don Juan Recaredo… compártame sus dudas y comentarios.
[email protected] Twitter: @donjuanrecaredo
ME PREGUNTA:
Jaime Silos Aguirre: "De las palabras desapercibido o inadvertido, ¿cuál es la correcta?
LE RESPONDO:
La palabra "desapercibido" originalmente tenía el significado de "desprovisto" o "desprevenido". Luego, desde el siglo XIX y por influencia del francés, "desapercibido" empieza a tomar el significado de "inadvertido" y actualmente es el uso que más se le da. Así que ahora usted puede usar "desapercibido" e "inadvertido" indistintamente, ya que son sinónimos.
LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA:
Si todos los derechos son reservados, entonces ¿son todos los zurdos muy habladores?
