Lo único que le queda al Manchester United esto días es amargarle un poco la existencia a un Manchester City en una marcha inexorable al título.
La ambición del técnico del City Pep Guardiola de establecer un récord mundial de victorias se esfumó ayer tras la derrota 2-0 en el derbi.
Un penal señalado cuando apenas habían transcurrido 36 segundos y ejecutado por Bruno Fernandes y el tanto de Luke Shaw a los 50 minutos pusieron fin a la racha de 21 triunfos sucesivos del City en todas las competiciones.
El panorama de la Liga Premier ha dado un giro drástico desde la última derrota del City, acaecida hace 106 días en una visita a Tottenham y que les dejó en 11mo puesto de la tabla, ocho puntos del club de Londres instalado en la cima.
Perder ahora es una mera cuestión de orgullo y dejar escapar la oportunidad de igualar el récord de 27 victorias consecutivas que el club galés The New Saints fijó en 2016. El City no solo ascendió a lo más alto de la tabla de posiciones, sino que abrió una brecha tan grande su escolta y vecino que ahora la distancia quedó en 11 puntos tras salir triunfante de la visita al Etihad.
"Hemos perdido y será noticia, pero las 21 victorias seguidas son noticia", dijo Guardiola. "Este resultado nos ayudará a entender cuán difícil es. Lo sabíamos, pero a veces vale no ganar el partido para ser consciente y el próximo es importante".
Terminó la tremenda racha de 21 victorias seguidas del Manchester City, tras caer 2-0 frente al United, su acérrimo rival. (EFE)
