El 2021 desafortunadamente inicia con una masacre contra migrantes en el municipio de Camargo, Tamp; como si no fuera suficiente los miles de personas fallecidas a causa del COVID 19. Esperábamos que el 2021 fuera de mejor manera, pero empezó lleno de violencia y horror.
Según las primeras indagatorias las víctimas fueron asesinadas a tiros y sus cuerpos fueron calcinados, 19 personas, al parecer eran migrantes centroamericanos. Recordemos la historia lastimosa de la trágica matanza de 72 migrantes en San Fernando Tamaulipas en el 2010, en la cual los familiares aún siguen reclamando al estado mexicano, la falta de investigaciones eficientes y de generar un plan integral de reparación del daño a víctimas y familiares. El 2021 resurge con la criminalización contra migrantes en estos tiempos tan lastimados por el COVID-19.
Sin dudar puedo asegurar que esta masacre está vinculada con el tráfico de personas y en específico de migrantes, que siguen siendo presa fácil por enganchadores, polleros y crimen organizado.
Honduras, El Salvador y Guatemala países que integran el triángulo norte, cuya población de estos países está dispuesta a todo para salir de sus países, sin importar las condiciones en las que se encuentra el mundo ante el COVID-19. Estas poblaciones no tratan solamente de buscar mejores condiciones de vida, sino que buscan la sobrevivencia. La Situación de pobreza se agravó con el paso de los huracanes Eta y Iota el pasado noviembre, dejando una crisis humanitaria, que agudizó la pobreza acumulada por décadas, y que se ha agravado con el COVID-19. Ante esto, regresar a sus países de origen es imposible y tampoco es una opción.
Mucho se ha dicho de la violencia que existe en México en contra de los migrantes en su transitar por nuestro país, los que han decidido migrar, tienen información que en México sufrirán robos, violencia, discriminación, las mujeres tienen la certeza que en algún momento del viaje serán violadas, y aun con todas estas evidencias no los desalienta, ya que la violencia, la pobreza, la discriminación la padecen en sus países. El migrar significa una esperanza, los alienta, de llegar a México o EUA, y tener una vida diferente, sin embargo, se encuentran con esta violencia criminalizadora.
México nuevamente esta en la boca del mundo, como el país criminalizador, violento pero que además no puede dar respuesta a los organismos internacionales en el tema de derechos humanos, no puede asegurar los derechos de las personas migrantes. Vaya apertura del 2021 en nuestro país.
