Todo listo para que este próximo domingo 7 se lleve a cabo la edición LV del juego que en realidad, sí paraliza el globo terráqueo, cuando los actuales campeones Jefes de Kansas City se midan a los Bucaneros de Tampa Bay, en un partido inusual por todo lo que ya conocemos y que, de acuerdo a los protocolos de salud por la mugrosa pandemia que ya nos tiene hasta la progenitora, veremos una asistencia diferente a todas las anteriores, se percibirá de manera distinta pero que, por todo lo que ha transcurrido durante la temporada, aquí sí que se pusieron a pensarla no como los que genios dirigentes de la Serie del Caribe después de que se les ocurrió la maravillosa idea de abarrotar el estadio en Mazatlán pero, ¿qué le vamos a hacer?
Una vez que va terminando el Super Domingo, se va quedando la curiosidad de a quién le van a entregar el título del “jugador más valioso” o MVP como quieran llamarle por lo que, siempre la tendencia es hacia un jugador de la ofensiva por lo que, los que de alguna manera quedan en el olvido y vaya que hacen un trabajo digno de admirarse, es la unidad de la defensa ya sea de la trinchera, los apoyadores, los esquineros o los profundos y hay que reconocer, que de no ser por alguno de ellos, otra historia cantaría.
Es verdad que la posición más importante en un equipo de futbol americano es el de mariscal de campo, que es donde recaen la mayoría de los puntos que puedan hacer pero hemos visto a jugadores de la defensa que por ellos, basta y sobra decir que el trofeo Vince Lombardi, es por algún elemento de la defensiva y solo mencionar el último campeonato que ganaron los Acereros precisamente en Tampa cuando vencieron a los Cardenales en la edición XLIII por 27-23 y en donde James Harrison devolvió el ovoide por una intercepción ¡cien yardas! y en lo que parecía casi seis puntos seguros más el extra para Arizona, se convirtieron en siete para Pittsburgh y que, al terminar el partido, pensé que el “más valioso” era precisamente para el apoyador de los Acereros y que veo con asombro quién se lo llevó fue Santonio Holmes y pregunté ¿entonces porque no se lo otorgaron a Roethlisberger?
Lo mismo me imaginé en la temporada invicta de los Patriotas un año atrás cuando los Gigantes contra todos los pronósticos le partieron su mandarina en gajos a los arrogantes jugadores de Nueva Inglaterra y en la que, estamos de acuerdo de que Eli Manning dio un partidazo, muchos olvidaron a Michael Strahan y que, de no haber sido por él, la escuadra de Massachusetts habría empatado a los Delfines de 1972, como los únicos equipos que terminaron invictos la temporada y que concluyeron con el campeonato.
De igual manera hace diez años donde los Empacadores se llevaron el título al vencer a Pittsburgh 31-25 en Dallas y que, si de alguna manera Aaron Rodgers fue el artífice del campeonato para Green Bay, ¿Por qué olvidaron a Nick Collins que también dio un juegazo en la defensa y en una intercepción la devolvió a las diagonales para una anotación de la escuadra de Wisconsin?
Y ¿Se acuerdan también de Justin Tuck con los Gigantes cuando vencieron por segunda vez a los Patriotas en el Super Bowl XLVI que se jugó en Indianápolis? El partido terminó por diferencia de cuatro puntos y es tiempo que aún Brady, los sigue soñando tanto a él, como a Strahan.
¡Que comience el espectáculo!
Rodolfo Cerpa Robles // [email protected]
