El Club América y el Santos cocinaron muy rápido esta transferencia, aprovechando la visita de las Águilas a Torreón. (ESPECIAL)
A Andrés Ibargüen le avisaron que se iba, no le preguntaron. El Club América y el Santos cocinaron muy rápido esta transferencia, aprovechando la visita de las Águilas a Torreón. Todo fue muy veloz, tanto para los clubes como el propio colombiano, quien se enteró horas antes de concretarse, cuando capitalinos y laguneros ya habían cerrado la negociación.
El sudamericano era uno de los elementos que la directiva azulcrema ya no quería tener el equipo, que ahora dirige Santiago Solari, por lo que no tardó en mandarlo a la Comarca, donde el América enfrenta a los Guerreros esta misma noche.
Fue una sorpresa para Ibargüen, quien tenía ya la idea de quedarse en Coapa, aunque no era querido por la gente de pantalón largo en el club. Ni le preguntaron, solo se acordó entre los equipos y el sudamericano deberá ganarse un lugar en el esquema de Guillermo Almada. La relación estaba tan tensa que, como comunicaron las Águilas, se acordó rescindir el contrato del futbolista. Y luego, la forma en la que se oficializó, en pleno partido entre azulcremas y verdiblancos, que tuvieron que apurarse también por el cierre de registros en la Liga MX.
