Ganaderos brindan la oportunidad a Gilio para aprender desde el campo bravo.
En extenuante preparación, continúa el novillero lagunero Arturo Gilio Quintero, acudiendo al campo bravo para seguir de cerca en la cara del toro y mantenerse en el camino hacia la alternativa en un futuro.
EN APRENDIZAJE
Ante la falta de espacios taurinos debido a la pandemia global, los matadores y novilleros han tenido que buscar refugio en las ganaderías, donde los propietarios han abierto sus puertas para mantener viva la tauromaquia. El torrenense Gilio recibió la oportunidad de tentar y torear durante el fin de semana, iniciando el pasado viernes, cuando se metió al tentadero por partida doble, en una jornada extenuante, pero igualmente productiva, al estar al lado de matadores que le compartieron consejos y observaciones al joven espada.
La travesía de Arturo inició en la ganadería El Vergel, enclavada en la Hacienda Soledad de Vallecillo, Nuevo León, donde el lagunero alternó con los matadores de toros Eduardo Gallo y Juan Pablo Sánchez, un tentadero que resultó enriquecedor para los tres espadas. Por la tarde, se trasladaron a la prestigiada ganadería Golondrinas, que vivió su primer tentadero de este año 2021 y además de recibir a Gilio, Sánchez y al español Gallo, se incorporó el aspirante a novillero Joaquín Manzur, tentando a vacas de buena nota y que exigieron a los toreros.
Para el sábado, Gilio Quintero fue recibido en la ganadería La Playa, ubicada en Lampazos de Naranjo, Nuevo León, donde el torreonense alternó con un viejo conocido de la afición lagunera, el matador Ernesto Javier "Calita", en otra tarde de gran experiencia.
