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El viacrucis de los candidatos independientes en Coahuila

A pesar del riesgo de contagio, los aspirantes independientes deben salir a recabar más de 7 mil firmas ciudadanas

La desventaja de los posibles candidatos independientes con respecto a los partidos políticos que contenderán en las elecciones y sus estructuras es muy amplia. (ARCHIVO)

La desventaja de los posibles candidatos independientes con respecto a los partidos políticos que contenderán en las elecciones y sus estructuras es muy amplia. (ARCHIVO)

IVÁN HERNÁNDEZ

Conseguir una candidatura independiente no es sencillo ni en la teoría ni en la práctica. El desdén de la clase política hacia quienes pretenden contender en los comicios de este año por la vía apartidista se percibe tanto en el marco legal como en las condiciones en que se ven forzados a buscar el apoyo ciudadano.

Estas últimas son las más peligrosas ya que los aspirantes deben arriesgarse a un posible contagio de COVID-19.

Mientras las autoridades de salud y el personal sanitario llaman a no bajar la guardia, los prerregistrados para la elección de alcalde torreonense deben salir a la calle a recabar 7,578 firmas (el 1.5 por ciento de la lista nominal de electores de la demarcación respectiva). Tal es la cifra mínima para que el Instituto Electoral de Coahuila (IEC) los considere dignos de aparecer en las boletas.

De momento, el recurso tecnológico, la aplicación Apoyo Ciudadano-INE, desarrollada por el Instituto Nacional Electoral, la cual debería ayudar a mantener sana distancia entre quienes juntan firmas y quienes las aportan, genera más quejas que alivio entre los aspirantes. Dos muy comunes son: no todas las personas cuentan con teléfonos inteligentes y acceso a internet; y el programa falla mucho. Estos factores impiden que una persona, desde un dispositivo propio, otorgue el respaldo a una opción ciudadana.

En los sitios de descarga de la aplicación abundan comentarios acerca de las deficiencias detectadas; en la App Store de Apple la calificación del programa es de 1.7 puntos de 5 posibles. Los interesados en ejercer su derecho a ser votados, y sus equipos, no pueden quedarse en casa.

LABOR

Militantes que buscan representar a las fuerzas políticas en las papeletas por venir reciben, en estos momentos, el trato de precandidatos. Los apartidistas no gozan de esa calidad. El Código Electoral de Coahuila los denomina "aspirantes a una candidatura independiente".

La precampaña de estos últimos es hacer labor para capturar en el programa del INE credenciales, fotos y firmas. El 12 de febrero se vence el plazo para subir información a la aplicación.

Los sin-partido pueden gastar, de su bolsa hasta 446 mil 032 pesos (acuerdo IEC/CG/154/2020) en acciones para obtener el respaldo de la población.

En esta parte del proceso, con el argumento de asegurar la equidad de la contienda, el Código además de limitarlos, los sitúa justo donde no es recomendable por la contingencia sanitaria. Los aspirantes tienen derecho (artículo 115) a "realizar actos para promover sus ideas y propuestas con el fin de obtener el apoyo ciudadano".

¿Qué actos tienen permitidos? Reuniones públicas, asambleas, marchas y otras actividades no especificadas.

No pueden contratar publicidad en radio y televisión y deben cuidarse de no incurrir en actos anticipados de campaña con pena de ser castigados con la negativa del registro.

Felipe de la Mata Pizaña, magistrado de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, incluye en su definición de acto anticipado todo aquel mensaje dirigido a "solicitar cualquier tipo de apoyo para contender en el proceso electoral", Expresiones como "vota por", "elige a" o "apoya a" delatan a esto llamados ilegales.

El terreno seguro, en materia de propaganda, se agota en la fórmula: "Soy fulano de tal, aspirante a candidatura independiente".

FALLA DE ORIGEN

El desdén hacia estos potenciales contendientes se origina en que rompen el monopolio de los partidos en cuanto a la posibilidad de acceder al poder público.

La figura de la candidatura independiente, recuerda Luis Enrique Coronado, abogado experto en derecho electoral, no se concretó por voluntad de la clase política sino por el reclamo ciudadano sobre el tema, que tiene antecedentes como el Caso Castañeda (cuando Jorge Castañeda denunció al Estado Mexicano ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos por negarle registro como aspirante sin partido a la Presidencia), de 2005.

Acerca de la situación de los prerregistrados con intención de participar en la elección de alcalde, el también especialista en Derechos Humanos considera que, en general, el camino por la vía libre está lleno de obstáculos y candados."La mayor parte no va a superar el filtro de las firmas", pronostica. "Es de sentido común. Si alguien llega y te pide la credencial, una foto y la firma, pues desconfías", expone Coronado Hernández.

El formato tradicional, con la firma en un papel, considera, era un poco mejor.

A esa desconfianza hay que sumar el hecho de que, dentro de su labor de convencimiento, los prerregistrados y sus equipos están impedidos para hacer propuestas concretas sobre lo que sería una administración municipal a su cargo.

Al aspirante le queda el recurso de promocionar, junto a su nombre, una plataforma política. ¿Cómo funciona esto? Por ejemplo, no puede vender que será el encargado de concluir la obra del Metrobús, pero sí manifestar su preocupación por el tema de la movilidad social en el municipio. Otro aspecto que perjudica la figura del candidato independiente es que políticos la utilicen para postularse cuando sus partidos les niegan la nominación y no consiguen el respaldo de otra organización partidista.

La pandemia no hace sino aumentar la dificultad de la empresa. Mientras tanto, comenta el experto en derecho electoral, a través de los medios de comunicación, los partidos bombardean a la población con mensajes, dirigidos a la militancia, que todos vemos, es absurdo.

Según Coronado Hernández, al sistema político mexicano le basta con decir "Soy democrático porque te dejo votar", es decir, con una democracia representativa en lugar de participativa.

DESDÉN

La última reforma al Código coahuilense entró en vigor apenas el 23 de diciembre pasado. Aunque varias de las enmiendas recientes apuntaron a la candidatura independiente, los reformadores dejaron muestras del desdén hacia esa figura.

Por ejemplo, dicho marco legal reconoce el derecho de los apartidistas que sean votados en la renovación de los ayuntamientos a participar en la asignación de regidurías de representación proporcional (siempre que obtengan al menos el 3 por ciento del total de los sufragios válidos emitidos en el municipio), pero en la descripción del método de reparto únicamente son contemplados los partidos; una omisión similar se replica a propósito de la sindicatura de primera minoría, cargo al que, según el texto legal, solo optan los institutos políticos y las coaliciones aunque ya existe jurisprudencia de que si una planilla ajena a los partidos reúne suficiente votación le corresponde ocupar ese cargo.

Las normas sobre boletas electorales (numeral 3 del artículo 203) para la elección de ayuntamientos detallan el modo en que serán presentados los candidatos de los partidos, los logos de los institutos políticos y sus colores, así como los nombres de quienes integran sus listas para las regidurías, tanto propietarios como suplentes.

En una reforma de octubre pasado, se incluyó el inciso e), que dice: "Espacio para cada una de las candidaturas independientes".

Desde 2016, el IEC exige a los aspirantes apartidistas presentar un emblema, tanto impreso como en medio digital, así como los colores con los que pretende contender.

CAMINO

La convocatoria para el proceso 2021 estipulaba que los interesados en postularse por la vía libre debían formar una asociación civil conforme a un modelo de estatutos diseñado por el propio IEC. En dicho machote se indica que la A.C. no tiene otro propósito que apoyar al aspirante en el proceso electoral y que "será liquidada una vez concluido el Proceso Electoral del año que corresponda".

No obstante, en el Código se establece (artículo 14) que si un apartidista gana, solo podrá postularse para la reelección con la misma calidad con la que fue electo.

Jorge Guerrero y Víctor Arellano, dos de los cinco prerregistrados para hacer campaña por la alcaldía torreonense, coincidieron en que tuvieron problemas para abrir la cuenta bancaria a nombre de la asociación que dieron de alta ante el Sistema de Administración Tributaria (SAT) (otro requisito de la convocatoria).

Los bancos, expusieron, son difíciles de convencer por causas como sus políticas antilavado de dinero y porque "no quieren tener nada que ver con política".

Sobre este punto, Coronado Hernández explica que las instituciones bancarias prefieren ser cautas ante situaciones que pueden derivar en casos de financiamientos ilegales: dinero proveniente de fuentes empresariales o criminales o bien producto de desvío de recursos públicos.

OPTIMISMO

La desventaja de los posibles candidatos independientes con respecto a los partidos y sus estructuras es muy amplia.La presencia en medios de unos y otros ya da muestra de ello.

El tope de campaña es otro indicador de la disparidad entre unos y otros. En el caso de la elección en Torreón, un instituto político puede gastar hasta 4 millones 410 mil 957.86 pesos (acuerdo IEC/CG/153/2020).

Los apartidistas, que básicamente harán sus actividades proselitistas con dinero propio y aportes de sus simpatizantes, deberán cuidar que el financiamiento privado para sus campañas no rebase el 50 por ciento del límite establecido para los partidos (2 millones 205 mil 478.93 pesos).Cabe mencionar que también tienen derecho a financiamiento público.

Para calcular lo que les toca, según el artículo 148 del Código, la cantidad de referencia es: 7,578 pesos (el monto que se asignaría a un partido de nuevo registro).

Primero, dicho número se divide entre tres (porque en Coahuila pueden elegirse gobernador, diputados locales y ayuntamientos), y la cantidad resultante (253 mil 192.7) vuelve a dividirse, esta vez entre todos los apartidistas que obtengan el registro para contender en la categoría respectiva (si hay cuatro aspirantes a diputado en todo Coahuila les tocarían 63 mil 298 pesos a cada uno).

Si apenas una persona consigue el registro como independiente para contender por una alcaldía no se lleva los 253 mil pesos del tercio. En ese escenario la ley solo le concede el 50 por ciento: 126 mil 596 pesos.

Aun con los obstáculos y los candados puestos en el camino de los aspirantes sin partido, Luis Enrique Coronado sostiene la viabilidad de la candidatura independiente: "Un buen perfil puede ganar".

7,578

FIRMAS

ciudadanas deben recabar los aspirantes independientes a la alcaldía de Torreón

En las elecciones del 6 de junio se renovarán los 38 ayuntamientos del estado de Coahuila. (ARCHIVO)
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Aspirantes independientes han denunciado fallas en la aplicación del INE para recabar firmas. (EL SIGLO DE TORREÓN)
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