Gusto mucho de esa forma de vida que es el teatro.
Gusto mucho también de esa forma de teatro que es la vida.
Por eso, por la vida y por el teatro, soy gran admirador de don Ignacio López Tarso, a quien considero el mejor actor que ha habido en México, sin desdoro del talento y cualidades de los muchos otros, buenísimos, que hemos visto en los escenarios mexicanos.
Difícil es la profesión de actor. Implica hacer renuncia de ti mismo para convertirte en otro. Equivale a salir cada noche a caminar sobre la cuerda floja. Es dejar de vivir tu propia vida para vivir muchas otras vidas.
Admiro a López Tarso, dije, y tengo motivos de gratitud con él que ya he recordado y que nunca olvidaré.
Deseo que conserve la buena salud y la admirable lucidez que muestra.
Y espero que llegue a los 100 años de edad, no importa que se haga viejo.
¡Hasta mañana!...