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Ríete de los políticos

Juan Recaredo

El 24 de febrero de 2011, José Moreno de Alba dejó de ser el director de la Academia Mexicana de la Lengua. En su lugar entró Jaime Labastida, un sinaloense de 71 años, Doctor en Filosofía por la Universidad Nacional Autónoma de México, director de la editorial Siglo XXI en México, que desde 1997 ha sido miembro de la Academia Norteamericana de la Lengua y de la Academia Cubana de la Lengua.

Al tomar posesión el Dr. Labastida hizo públicamente la pregunta: "¿cuál es la lengua oficial en este país?" O sea, de México. Y los presentes casi a coro dieron una respuesta que les parecía obvia. Si casi el 95% de la población mexicana tiene como lengua madre al español, el idioma oficial debe ser el español. ¡Claro! "Sin embargo no es así" -aclaró el nuevo director académico. "La gente se asombra cuando les pregunto, pero no hay lengua oficial en este país".

Y si usted piensa que el detalle no tiene importancia, por favor desengáñese porque sí la tiene, y mucha, por lo que el Dr. Labastida se propone buscar que el español tenga reconocimiento constitucional, tal como debe ser.

Debemos recordar también que en México hay aproximadamente ocho millones de indígenas que tienen al español como segunda lengua. Para ellos tanto el español como su lengua aborigen deberán ser reconocidas como lenguas oficiales.

Se sabe comúnmente que los mexicanos somos poco afectos a la lectura y se han hecho algunas campañas que pretenden impulsar ese hábito principalmente entre los niños, pero también debemos reconocer que muchas personas aún de cultura universitaria no conocen las funciones y en muchos casos ni siquiera saben de la existencia de la Academia Mexicana de la Lengua ni para qué sirve. Por eso es de gran relevancia que a esa Institución se le otorguen facultades y recursos que le permitan hacer que el mexicano lea más y mejor, que le tenga verdadero amor a su idioma.

El presupuesto de la Academia Mexicana de la Lengua ha sido, desde hace muchos años, insuficiente para la operación y generación de actividades de difusión e investigación que tiene, tomando en cuenta que la cuarta parte de los más de 580 millones de hispanohablantes que hay en el mundo, son… bueno, somos mexicanos.

Soy Don Juan Recaredo… compártame sus dudas y comentarios.

[email protected] Twitter: @donjuanrecaredo

ME PREGUNTA:

Pedro Gómez: "Mi esposa Laura y yo revivimos una vieja discusión a raíz de que el Presidente salió en un video plantando un árbol, pero dijo 'sembrar el árbol'. Nosotros creemos que se debe decir "plantar el árbol", no "sembrarlo". Se planta la planta, se siembra la semilla. Saludos desde San Pedro, Coah."

LE RESPONDO:

Rigurosamente hablando, el verbo "plantar" es correcto aplicado para un árbol, una planta, un vástago, etc. que se introduce en la tierra. Sin embargo, la Real Academia Española considera aceptable -por ser costumbre arraigada- usar el verbo "sembrar" como sinónimo de "plantar", principalmente en México y Venezuela. En ese caso, no es un error decir "sembrar un árbol".

LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA:

No me interesa conocer a un hombre que ha escrito más de lo que ha leído.

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