Oakland, una verdadera máquina de anotar en los últimos años, tuvo solamente 62 yardas en la primera mitad, el segundo total más bajo en la historia de los Súper Tazones. Y las cinco intercepciones a Gannon fueron la mayor cifra contra el estelar mariscal de campo esta campaña. El veterano mariscal de campo terminó completando solamente 24 de 44 pases, para 272 yardas y dos anotaciones.
La ofensiva de Tampa Bay hizo lo suyo, encabezada por el corredor Michael Pittman, quien acumuló 124 yardas en 29 acarreos, consistentemente dejando al equipo en posición de anotar. "Cada jugada que ellos intentaron, nosotros la habíamos practicado", dijo el safety de los Bucaneros John Lynch, y ciertamente así pareció. Antes de irse al descanso, los Raiders solamente habían conseguido tres primeros y diez.
Pero para ser justos, los Raiders llegaron al terreno algo aturdidos. Su centro estelar, Barret Robbins, fue enviado a casa antes del juego por faltar a actividades del equipo el sábado. Los Bucaneros aprovecharon bien, con Warren Sapp, Lynch y la defensa interior empujando por el medio consistentemente contra el centro reserva Adam Treu, para presionar a Gannon y frenar los acarreos.
Esta fue una victoria para uno de los hazmerreír históricos de la NFL. Entre 1983 y 1996, los Bucaneros fueron la peor franquicia de la liga, terminando sin temporadas ganadoras y perdiendo 10 o más partidos en 13 de esos 14 años. (AP)
