La palabra evangelio, de acuerdo al Diccionario de la lengua española, proviene del latín evangelium y éste del griego euangélion que significa "buena nueva". De los cuatro evangelios, sólo en el de San Mateo aparece la historia de los Reyes Magos. A partir de esta buena nueva, de algunos apócrifos y de las narraciones populares, la religión católica ha creado una de las historias más emblemáticas con relación al nacimiento de Jesús. Algunos expertos señalan que los Reyes Magos eran sacerdotes, astrólogos e intérpretes de sueños; otros plantean que sólo son personajes literarios.
En el Nuevo testamento está escrito que los Reyes Magos, guiados por la estrella de Belén, encontraron al niño Jesús recién nacido y "Al entrar a la casa vieron al niño con María, su madre; se arrodillaron y le adoraron. Abrieron después sus cofres y le ofrecieron sus regalos de oro, incienso y mirra". Estos regalos representan tres atributos de Cristo: oro para el rey, incienso para Dios y mirra para el hombre.
En la buena nueva de San Mateo no se mencionan los nombres de los reyes ni cuántos eran; estos datos sólo aparecen en un evangelio apócrifo, el Evangelio Armenio de la infancia de Jesús que dice: "El primero era Melkon, rey de los persas; el segundo, Gaspar, rey de los indios; y el tercero, Baltasar, rey de los árabes". En el siglo V, el papa San León estableció que eran tres reyes magos los que habían adorado al niño Jesús. Esta escena se encuentra en un mosaico bizantino elaborado por San Apolinar el Nuevo (520 d.C.) en el que aparecen los tres reyes con sus regalos bajo un encabezado que contiene sus nombres.
A finales del siglo VII y principios del VIII el monje Beda el Venerable, en uno de sus escritos, hace referencia a las edades y nombres de los reyes de oriente: Melchor, el más viejo, era quien portaba el oro; Gaspar, hombre maduro, llevaba el incienso; y Baltazar, el más joven, traía la mirra. Las edades de los reyes aluden al hecho de que a cualquier edad es posible postrarse ante Dios. Después, en un mosaico del siglo XV, aparecen los Reyes Magos representando las tres razas conocidas a finales de la Edad Media, en las que Melchor representa a los europeos, Gaspar a los asiáticos y Baltazar a los africanos; con esto, el autor pone de manifiesto el mensaje de que Cristo no distingue entre edades ni razas.
En la Europa del siglo X se personificaban episodios bíblicos. Al hacerse populares entre el pueblo, algunos escritores empezaron a recoger estas representaciones por escrito. La primera obra de teatro que se conoce en España es el Auto de los Reyes Magos. Es una obra anónima del teatro medieval elaborada entre el Siglo XII y XIII del que se conserva un fragmento compuesto por 147 versos.
Finalmente, se eligió el día 6 de enero para celebrar la Epifanía y si bien, la tradición de que los Reyes Magos traen regalos se popularizó a partir del siglo XIX, desde la antigua Roma se daban presentes en esa fecha. Con motivo del Año Nuevo los romanos daban a sus amigos strenae (regalos), ramas de laurel o de olivo en honor de Strenia, diosa de la buena salud y de la buena suerte, y eso es lo que deseamos para este nuevo año, mucha salud, abundancia y esperanza.
