Siempre caen bien, pero más en estos tiempos que han sido especialmente difíciles para todos. Me refiero a las "palabras buenas"… si me permite usted llamarlas así, ya que esas palabras reflejan siempre algo positivo, hacen el bien sin mirar a quien y son las que debemos regalar a manos llenas. Que nunca nos dé pena regalar "palabras buenas".
Si hablamos de bueno, la primera palabra que se nos viene a la mente es la bondad, que es hacer el bien, ser amable. Tiene raíces bonitas, quiero decir, que la raíz de esta palabra es el latín bonitas, de bonus que significa "bueno".
Por su parte -y ya que hablamos de ser amable-, la amabilidad es ser complaciente, afectuoso… pero más literalmente, el que es amable es aquel que es digno de ser amado. Así que el demostrar amabilidad con los demás le dará como resultado que todo mundo lo ame. ¡Compruébelo!
"Regale afecto, no lo compre" decía una antigua campaña en los medios de comunicación que sugería no gastar mucho dinero en regalos navideños… aunque ahora las campañas promuevan lo contrario. Entre otros significados, al afecto lo definen como las pasiones del ánimo, principalmente lo que se refiere al amor o al cariño.
El amor, amor, amor… creo yo que esa puede ser la "palabra buena" por excelencia, aunque todas las cosas buenas tienen su lado de sufrimiento. Me encantan las definiciones que le da el diccionario; aquí una: Amor es "el sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y busca el encuentro y unión con otro ser". Nada romántica pero sí muy específica la definición, que establece que el amor trata de llenar un vacío, una insuficiencia, algo que falta en la vida.
El cariño es otra "palabra buena", que es un sentimiento parecido al amor, pero no exactamente igual. El origen de la palabra "cariño" es el latín carere que significa "carecer", o sea que nace también sobre la nostalgia de algo que nos hace falta, que no tenemos. Bueno, ese es el origen, pero ahora usamos a la palabra "cariño" para cualquier manifestación afectuosa hacia alguien o algo.
La generosidad es otra de esas "palabras buenas" y es una buena acción de dar y regalar todo aquello que podamos, principalmente a la gente que presenta más necesidades. El origen de la palabra contiene la raíz gen que significa "producir" y aquel que practica la generosidad pues es un dadivoso… ¿y qué es el dadivoso? El que hace dádivas -¡ah, pues sí!- y éstas -las dádivas- son todas las cosas que se dan gratuitamente.
Tengo para usted muchas más palabras buenas para que usted las regale por todos lados, pero se las comparto en la próxima ocasión porque, por ahora, mi espacio terminó.
Soy Don Juan Recaredo… compártame sus dudas y comentarios.
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ME PREGUNTA:
Santiago Almaguer: ¿Verdad que es un error decir "tengo un poco de frío"? Porque "un" es una cantidad y "poco" es otra cosa.
LE RESPONDO:
Pues no es un error. Es una locución adverbial: "un poco" y significa "no mucho". Así, decir "Él es un poco distraído" es totalmente correcto.
LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA:
Todos los días tengo presente mi más grande sueño… y casi siempre es el que me da después de comer.
