Grupos activistas desean encontrar la forma de salvar a las especies animales que habitan el lugar. (INTERNET)
Después de nueve años de batallas legales, a Annie y Michel Pécheras se les ha ordenado drenar el estanque de su propiedad para sacar a las ranas que viven ahí, pues se ha determinado que son demasiado ‘ruidosos’ y esto molesta a los vecinos.
La pareja vive en la aldea de Grignols, al este de Burdeos, en Francia, donde habitan sólo 587 habitantes, y a partir del 15 de diciembre se les dio 90 días para drenar su estanque de 300 metros cuadrados, sin embargo, grupos ambientalistas han protestado, señalando que quitar este espacio natural dañaría al menos a seis especies de ranas protegidas en Francia, según la Asociación Cistude Nature.
Jean-Louis Malfione, vecino de la pareja, presentó la demanda en 2012, aunque de acuerdo con Michael, el hombre nunca se quejó con ellos y cuando cavaron el estanque incluso los felicitó, reporta el diario The Guardian.
Mientras tanto, grupos conservacionistas como la Société pour l’Étude et l’Aménagement han intentado rescatar las ranas antes de la destrucción de su hábitat.
De no cumplir con la orden del juez, los Pécheras a su vez podrían recibir multas, si bien, esperan que la apelación salga a su favor, pues se ha iniciado una petición para salvar a las ranas y lleva acumuladas unas 94 mil firmas hasta ahora.
