La plaza principal es prácticamente un tianguis, debido a la proliferación de vendedores ambulantes. (EL SIGLO DE TORREÓN)
También los comerciantes de Francisco I. Madero mostraron su inconformidad ante el "desmedido" incremento de vendedores ambulantes, incluso dijeron que la plaza principal prácticamente es un tianguis, pues está totalmente invadida.
"Hay una instalación desmedida, en la instalación de puestos de vendedores ambulantes. El año pasado hubo muchos, pero ahora está exagerado".
Incluso los vendedores ambulantes que por muchos años han ofrecido sus productos en el Centro de la Ciudad, incluso algunos de ellos fueron reubicados para despejar las banquetas, manifestaron que los nuevos puestos que se han instalado son de personas de otros municipios de la región o de otros estados.
"Nosotros vemos que como vendedores vamos a querernos instalar a otros municipios como Torreón o Gómez y no nos dejan y no entendemos por qué aquí si se está permitiendo a discreción que en cualquier banqueta o en cualquier lugar se pongan".
SIN REGULACIÓN
Recalcaron que no hay ninguna regulación por parte del municipio, ya que estimaban algunos 250 vendedores informales, pero con la actual administración se ha duplicado o triplicado el número, incluso extienden las medidas permitidas para instalar sus negocios.
"Hay que darse una vuelta a la plaza, donde ya está totalmente invadida y la gente ya no pude caminar, donde prácticamente ya es un tianguis y los negocios ya hasta parecen carpas".
Manifestaron que si bien por la pandemia la situación económica es complicada, pero es injusto que mientras que ellos pagan sueldos, impuestos, servicios y demás gastos que les implica el mantener sus negocios, los ambulantes pagan una mínima cantidad por instalarse, representando una competencia muy dispareja, ya que la mayoría ofrece productos de la temporada, mermando la ganancia para ellos.
"Para todo el comercio está es la mejor temporada y este año, en que la situación ha sido muy difícil, era nuestra esperanza recuperarnos un poco, pero con la competencia desleal pues es difícil, porque ellos venden el mismo producto que un comercio establecido y a ellos les cobran un permiso temporal y nosotros nuestros gastos son más fuertes y con la pandemia hay poca venta, pero los gastos siguen".
