La Diócesis llama a celebrar Navidad y Año Nuevo en casa sin visitar a los demás familiares.
"El coronavirus nos ha obligado a volver a lo esencial en el aspecto religioso, a recordar el peregrinar de María y José buscando una posada y olvidarnos de las posadas que ya eran fiestas con comilonas y bebidas alcohólicas", declaró José Luis Escamilla, vocero de la Diócesis de Torreón.
Mencionó que este 12 de diciembre también fue diferente, sin la gente en la calle y abarrotando la Iglesia de Guadalupe, pero es tiempo de cuidarse por la pandemia y así tiene que ser.
"En Nochebuena y Navidad también debe ser diferente, viviéndola en casa, pero cada familia en su casa y sin visitar a los demás familiares. Lo menos que podamos congregarnos para no ser motivo de contagio y es algo que no es fácil, pero vamos pensando en el bien de las personas que amamos", añade.
Este diciembre, dice, "el amor lo vamos a expresar cuidando la salud de las personas que queremos, nuestros abuelos, padres, hermanos, hijos, sobrinos y no es necesario que los vayamos a visitar a su casa. Les podemos hacer una llamada telefónica y verlos por medio del celular para cuidarnos todos".
El coronavirus, enfatiza, ha ubicado a las personas en lo más importante y la gente debe por lo pronto, dejarse de jolgorios y francachelas para evitar los contagios que luego se multiplican en las casas y centros de trabajo.
"Nos ha hecho que nos disciplinemos y hay que entenderlo así y mejor recordar y vivir la posada en su origen, que es algo humilde, es el peregrinar de la Virgen María y José", reitera el vocero de la Diócesis.
Tras recordar que se han registrado decesos de miles de personas en Torreón, la Región Lagunera y todo el país, el padre Escamilla reitera que en esta ocasión hay que vivir y comportarse de acuerdo a las circunstancias impuestas por el COVID, para pronto salir adelante de esta situación.
