El golfista tapatío tiene doble motivación por su reciente título en el PGA Tour y por jugar nuevamente en un campo de su país. (AGENCIAS)
Carlos Ortiz se presenta en el Mayakoba Classic como campeón dentro del PGA Tour. El tapatío no ha jugado desde que se coronó en el Houston Open, una victoria que terminó con la sequía de 40 años sin un campeón mexicano.
SIN PRESIÓN
El golfista reconoció que su presente no ha girado 180 grados, aunque su etiqueta dentro del circuito, sí.
"Mi vida no cambió, todavía tengo que ayudar en el quehacer de mi casa y jugar con mis hijas", bromeó Ortiz, quien el año pasado quedó segundo en el Mayakoba Classic, por lo que experimentó una molestia que quiere aminorar esta semana en el campo de El Camaleón.
Sobre su victoria en Houston, primera para un mexicano en 42 años, Ortiz se tardó en asimilarla, pero las felicitaciones que le llegaron a su celular le mostraron que había sido una realidad.
"Tuve miedo de despertar y que todo fuera un sueño. Intenté responder los mensajes que me mandaron, me tardé como cuatro días", reconoció.
Sobre su victoria en Houston, primera para un mexicano en 42 años, Charlie se tardó en asimilarla, pero las felicitaciones que le llegaron a su celular le mostraron que había sido una realidad.
"Ojalá tuviera ese problema todas las semanas; se sintió muy bonito y me motivó", añadió Ortiz, desde una teleconferencia, parte de las medidas sanitarias por el Covid-19.
Ortiz aseguró que sus rutinas se han mantenido igual, ya que "todavía sigo en pañales para a lo que quiero llegar en mi carrera". Esa victoria en suelo texano no lo mareó, pero tampoco lo tranquilizó y va por mucho más.