Hemos estado tomado muchas medidas externas para protegernos de posibles contagios, pero a veces prestamos poca atención a lo que podemos hacer desde adentro.
Se acerca la temporada invernal y con ella el aumento de enfermedades respiratorias, que aunado a la situación por el Covid-19, ponen a reflexionar en la importancia de reforzar nuestro sistema inmunológico.
Hemos estado tomado muchas medidas externas para protegernos de posibles contagios, pero a veces prestamos poca atención a lo que podemos hacer desde adentro. Vale la pena recordar la célebre frase de Hipócrates: “Que la comida sea tu alimento y el alimento, tu medicina”. El médico griego nacido en 460 A.C., basó su práctica médica en la observación y el estudio del cuerpo humano. Rechazó los puntos de vista de sus contemporáneos que consideraban que la enfermedad era producida por supersticiones como la posesión por espíritus diabólicos o la caída del favor de los dioses y sostuvo que la enfermedad tenía una explicación física y racional, de ahí que se considere el fundador de la medicina.
Decía que el cuerpo debe ser tratado como un todo y no como una serie de partes, de ahí la importancia que daba a la alimentación. Si consideramos que los alimentos son el vehículo por donde introducimos los nutrimentos que requiere el cuerpo para construir y mantener células, tejidos, órganos y la energía necesaria para todas las funciones que nos mantienen vivos y saludables, entonces la frase de Hipócrates.
El sistema inmunitario es el responsable de la defensa natural del cuerpo frente a organismos ajenos a este como pudieran ser virus o bacterias. Para mantenerlo en óptimas condiciones es fundamental una dieta correcta, completa, equilibrada, variada, suficiente y adecuada. Hay algunos nutrimentos que tienen un rol particularmente relevante: Proteínas, Vitamina A, C, D y E, complejo B, Hierro, Magnesio, Selenio, Zinc, Ácidos grasos omega-3, Probióticos.
CUÍDATE DE ADENTRO HACIA AFUERA ELIGIENDO UNA DIETA CORRECTA, AQUÍ ALGUNAS RECOMENDACIONES PARA ALCANZAR ESTE OBJETIVO: LECHE EN TU DIETA
• Consumir una alimentación rica en alimentos frescos: frutas, verduras, cereales integrales y lácteos.
• Incluir verduras de diferentes colores en cada comida.
• Incluir lácteos, al menos dos veces al día, ya que la leche y los lácteos poseen la mayoría de los nutrimentos antes mencionados.
• Seleccionar los alimentos que consumes de acuerdo a tus necesidades. Si eres de las personas que presentan síntomas de intolerancia a la lactosa, no te prives de los beneficios de los lácteos. En el mercado puedes encontrar una gran variedad de leche y derivados deslactosados o sin lactosa. Además, el yoghurt es una excelente opción debido a que tiene naturalmente un menor contenido de lactosa por la presencia de los lactobacilos que lo caracterizan.
• Planear tus menús semanalmente, recuerda que lo que comemos empieza por lo que compramos. Hacer un menú semanal para hacer tu lista del súper no solo garantizará que tengas una alimentación más saludable, sino que también le harás un favor a tu bolsillo.
