Muere Maradona de un paro cardiorrespiratorio

"Ahí la tiene Maradona, lo marcan dos, pisa la pelota Maradona, arranca por la derecha el genio del futbol mundial, y deja el tercero y va a tocar para Burruchaga. ¡Siempre Maradona! ¡Genio! ¡Genio! ¡Genio! ta-ta-ta-ta-ta-ta... y ¡Goooooooooooool! ¡Y Goooooooool! Quiero llorar... ¡Dios santo! ¡Viva el futbol!... ¡Golaaaazooo! ¡Diegoooooool! ¡Maradona! Es para llorar, perdónenme.... Maradona en una corrida memorable, en la jugada de todos los tiempos... barrilete cósmico ¿de qué planeta viniste? para dejar en el camino a tanto inglés, ¡para que el país sea un puño apretado, gritando por Argentina! Argentina 2, Inglaterra 0. Diegol, Diegol, Diego Armando Maradona. Gracias Dios, por el futbol, por Maradona, por estas lágrimas, por este Argentina 2, Inglaterra cero".

Esa emocional y acertada crónica del argentino Víctor Hugo Morales al que quizá es el gol más magnífico en la historia de los Mundiales de futbol, fue una de las razones que inmortalizaron a Diego Armando Maradona, quien ayer, de manera sorpresiva, falleció en Tigre, Argentina, víctima de un paro cardio respiratorio, cuando se recuperaba de una operación en su cabeza. Para el astro argentino llegó el silbatazo final de un partido inigualable e irrepetible: su vida, la de un rebelde, un luchador social que salió de la miseria para convertirse en un líder admirado, un ser humano que cometió errores y cayó en las adicciones, pero también la de un futbolista al que ser catalogado como "genio", sencillamente le queda chico, todo en uno, ese era Diego, "El Diego de la Gente", como le gustaba que lo llamaran.

MAGO EN LA CANCHA

Desde temprana edad demostró que era un futbolista de otro planeta, capaz de dominar una pelota de cualquier tamaño y por el tiempo que él mismo decidiera, fue el protagonista de espectáculos de medio tiempo en partidos de primera división y su fama creció al grado de ser invitado al programa "Sábados Circulares", el más popular de la televisión argentina en sus tiempos. Con el equipo de los "pibes" (niños) de su barrio Villa Fiorito y sus alrededores, formó parte del equipo "Los Cebollitas", a quienes literalmente, nadie les ganaba en las categorías infantiles, Diego, el hijo de "Chitoro" y Doña Tota, era el más pequeño y el goleador.

Se hizo futbolista profesional en Argentinos Juniors, con quienes debutó a escasos días de cumplir 19 años; hoy, la cancha de este equipo de Primera División, lleva el nombre precisamente de Diego Armando Maradona. Con Boca Juniors cumplió su sueño y se encumbró en el futbol argentino, para luego emigrar a Europa, el Barcelona poco pudo gozar de su magia y recaló en Nápoles, donde vivió el romance más tórrido de su excelsa carrera, desparramando su inmensa clase en las canchas de la Serie A y llevando al equipo Celeste a ganar el Scuddeto, la Coppa Italia y una Copa de Europa, algo inimaginable para el modesto club del sur, menos aún ante los gigantes rivales que tenía en ese entonces del norte.

El Sevilla, Newell's Old Boys y nuevamente Boca Juniors, tuvieron la dicha de contar con Diego, siempre con el 10, intocable, reservado para el amo y señor, el dueño de la zurda prodigiosa que a pesar de la edad, de la castigada condición física, siempre tuvo un nuevo truco de magia para deslumbrar al respetable. Su otro gran amor fue la selección argentina, con la que ganó un Campeonato Mundial Juvenil en 1979, preludio a su consagración en 1986, en México, donde fue el gran protagonista del campeonato, haciendo geniales goles contra Bélgica, pero su brillo deslumbró al mundo en aquel duelo ante Inglaterra, donde los argentinos tuvieron su "venganza" por la Guerra de Las Malvinas; Maradona hizo un gol con la mano que fue validado, pero luego hizo la más grandiosa obra de arte jamás vista en un Mundial, borrando cualquier mínima crítica por "La Mano de Dios", como él mismo lo describió.

Todavía en 1990 llevó a su país hasta la final, en la que cayeron ante Alemania por la mínima, con gol procedente de un penalti dudoso, marcado por el mexicano Edgardo Codesal, llegando Diego a 1994, en Estados Unidos, donde fue suspendido a medio torneo, debido a un doping positivo. Su carrera como entrenador fue desde la selección argentina hasta territorio árabe, pasando por el futbol mexicano, en una peculiar aventura con los Dorados de Culiacán, Sinaloa, a los que llevó a dos finales, pero no pudo conseguir el ascenso.

EL INFIERNO

Más allá de la cancha, Diego escribió también mucha historia, marcada principalmente por la polémica generada por su uso de sustancias prohibidas, como la cocaína, la cual comenzó a consumir durante su paso por el futbol italiano, apenas con 22 años de edad. Con esa droga no "hacía trampa" o se ayudaba a mejorar su juego, pero evidentemente es una sustancia prohibida para cualquier deportista de alto rendimiento y ello marcó gran parte de su vida, siendo condenado por la opinión pública, que súbitamente olvidó lo que el gran zurdo había logrado en la cancha.

Declarado seguidor de la política de izquierda, apoyó a personajes como Nicolás Maduro, Evo Morales y principalmente Fidel Castro, de quien se declaró un ferviente admirador y logró ser su amigo, "el Comandante" lo recibió en Cuba durante uno de sus intentos de rehabilitación de las adicciones. Se casó con su novia de la adolescencia, Claudia Villafañe, "La Claudia", como él la llamaba, procrearon dos hijas, pero a la larga no pudo perdurar la relación, Maradona la demandó en el año 2015 por presuntos fraude, estafa y malversación de patrimonio.

Problemas con el fisco, demandas de acoso sexual y violencia de género, demandas a su exrepresentante e incluso demandas de paternidad por hijos fruto de relaciones extramaritales, son parte de los duros partidos que Diego tuvo que jugar fuera de la cancha.

CULTURA POPULAR

El impacto que logró Diego no lo ha logrado ningún otro futbolista en la historia, con todo y las poderosas herramientas de mercadotecnia que existen hoy en día, la personalidad de Maradona, mezcla de futbolista y estrella de rock, lo proveía de un magnetismo natural, inigualable. Amigo entrañable de músicos como Charly García, Fito Páez y Joaquín Sabina, quien lo inmortalizó en su canción "Dieguitos y Mafaldas". Fue inspiración de canciones, condujo su propio programa de televisión "La Noche del Diez", fue retratado en obras pictóricas y películas no solamente en Argentina, sino en diversos rincones del planeta, pues la admiración hacia "El Diez" es universal, tal y como se demostró en su muerte, la cual fue comentada en todo el mundo y lamentada por "La Iglesia Maradoniana", una especie de "religión" que conmemora el 30 de octubre como su propia navidad, por ser la fecha de nacimiento de Diego.

Su biografía "Yo soy el Diego… de la Gente", es una de las muchas obras literarias que abordaron la vida del genio incomprendido, el juzgado por todo el mundo, el vigilado las 24 horas del día, el de los escándalos y los "papelones" en los estadios, en el Mundial. Pero también, la de ese futbolista amado, a tal grado que llegan a pedir que la avenida 9 de julio, la más importante de Buenos Aires y que honra la fecha de la independencia de Argentina, cambie su nombre a avenida Diego Armando Maradona, en un periodo de tres días de luto nacional, decretado por el presidente del futbolero país sudamericano.

"Quisiera ver al Diego para siempre, gambeteando por toda la eternidad. Es verdad, que el Diego es lo más grande que hay, es nuestra religión, nuestra identidad… la mejor zurda, no quedan dudas, con su corazón nos dio el triunfo y la gloria, y en el futbol que es su juego nunca nada le dio miedo y a la Argentina sí que hizo feliz", canta la banda "Los Ratones Paranóicos" en su canción de homenaje al "Pelusa"; sin duda, un canto que hoy replica el futbol mundial. Descanse en paz, Diego Armando Maradona Franco.

Pelé, Messi y CR7 lo recuerdan

“¡Qué noticia tan triste!”, manifestó Pelé, de 80 años. “Yo perdí a un gran amigo y el mundo perdió a una leyenda. Todavía queda mucho por decir pero, por ahora, que Dios dé fuerza a sus familiares. Un día, espero que podamos jugar juntos en el Cielo”.

La tristeza de los argentinos fue reflejada por uno de los pocos jugadores que han estado cerca de igualar la maestría artística de Maradona con la pelota.

“Un día triste para todos los argentinos y para el futbol”, manifestó el astro del Barcelona. “Nos deja, pero no se va, porque el Diego es eterno”.

Messi, de 33 años, sigue buscando emular a su ídolo con la conquista de una Copa del Mundo en las filas de la selección argentina. Semejante logro pondría fin a la versión de la controversia Pelé-Maradona en el siglo XXI, durante el que Messi se disputa el título extraoficial del mejor con Cristiano Ronaldo.

El portugués, cinco veces nombrado por la FIFA como el mejor del año contra seis de Messi, recordó a Maradona como un “genio eterno”. “Uno de los mejores de la historia”, destacó el astro de la Juventus y de la selección portuguesa. “Un mago que no tenía rival. Se marcha demasiado pronto, pero deja un legado sin límites y un vacío que jamás se llenará”.