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María Teresa Wong Robles

María Teresa Wong: Juventud artística

Con tan solo 19 años, la joven lagunera se ejercita en diferentes campos del arte

En María Teresa Wong Robles el arte y la juventud se entrelazan como dos caminos al final del horizonte. Desde muy pequeña, la guía de sus seres queridos la dirigió en esa misión de descubrirse a sí misma.  (ARCHIVO)

En María Teresa Wong Robles el arte y la juventud se entrelazan como dos caminos al final del horizonte. Desde muy pequeña, la guía de sus seres queridos la dirigió en esa misión de descubrirse a sí misma.  (ARCHIVO)

SAÚL RODRÍGUEZ

En María Teresa Wong Robles el arte y la juventud se entrelazan como dos caminos al final del horizonte. Desde muy pequeña, la guía de sus seres queridos la dirigió en esa misión de descubrirse a sí misma.  

Y es que la juventud es campo fértil para la siembra del ejercicio artístico. Durante esta etapa, el joven desemboca sus emociones y sentimientos en una actividad que le retribuye al mundo y a él mismo. Por eso, a sus 19 años, María Teresa despierta cada mañana con la música y el movimiento del ballet activados en su ser.  

Sus intereses también se deslizan por los óleos de la pintura y la escritura de la poesía. Es una de las grandes promesas artísticas de la región, pues ha sido reconocida en múltiples ocasiones y en distintas disciplinas.   

EDUCACIÓN MUSICAL

“Desde muy chiquita, empecé con la incertidumbre de qué me iba a gustar. Empecé con el amor por la música, y a raíz de esto, mi mamá me ha apoyado en todo”, comenta la joven lagunera. 

A muy temprana edad, Mará utilizó al chelo para su inicio en el sendero musical, teniendo de instructores a músicos sobresalientes de la Camerata de Coahuila. Después, el martilleo de las teclas del piano captó su atención y educó su conocimiento de este instrumento con Pedro Martín del Campo, al igual que la guitarra.

“Con la música, sea el instrumento que sea, puedes llegar a mostrar alegría o enojo, que es algo que me gusta transmitir”.   

El repertorio que María Teresa ejecuta es variado en géneros, pues va desde la música clásica hasta la música religiosa (católica). Entre sus compositores favoritos destacan Mozart, Beethoven, Chopin y Tchaikovski.  

“El cascanueces es una de mis obras preferidas, incluso por el ballet”.

Pero el ímpetu de María Teresa no frenó ahí. A los 15 años una nueva puerta musical se abriría ante ella, para permitirle la entrada al mundo de la ópera; fue en un concierto del baritono Víctor Pérez Medina donde se enamoró del género y decidió educar su talento mezzosoprano.  

“Me enamoré de la ópera en el momento que lo escuché. Me contacté con su misma maestra (Tatiana Marouchack), me empezó a dar clases hasta que Víctor y yo compartimos escenario en el Teatro Nazas (2015)”.

Asimismo, en 2017 tuvo la oportunidad de participar como solista en la Gala Organizada por la Royal Ballet Academy, bajo la dirección de la maestra Brenda Chávez, en el Teatro Isauro Martínez.

OTRAS FACETAS    

“Me muestro tal como soy sin necesidad de hablar con una persona, con mis expresiones, con mis sentimientos. Puedo mostrar quién soy, dejando mi ira, mi felicidad, mi tristeza, lo muestro todo sin que otros me conozcan”, comenta María Teresa respecto a su expresión artística.

En cuanto a la pintura, fue Alejandra de la Peña quien fungió como instructora de sus trazos. Al igual que en la música y el ballet, María Teresa externa su sentir interior en cada óleo. Suele pintar sobre temas relacionados con su familia y otros gustos personales. La influencia en su pintura se puede remontar a artistas como Salvador Dalí o Frida Kahlo.

“Siento que Frida Kahlo relata mucho su vida. Es impresionante la manera en la que ella plasma todo en sus obras, que nosotros sin conocerla sabemos lo que vivió, sabemos cómo sufrió, simplemente con observar su obra, sin palabras”. 

Y es precisamente la palabra otra de sus herramientas artísticas, pues en el campo de la declamación poética pues obtuvo el primer lugar en el concurso de declamación Octavio Paz en 2009 y el Jaime Sabines en 2010. En ese rubro, reflexiona sobre su formación multidisciplinaria.

“Siempre me encantó el arte, pero no sabía qué era lo que quería ser. Entonces, empecé a aprender muchas cosas para descubrir qué es lo que realmente quería hacer”.  

Actualmente, Maritere pretendía enfocarse a sus estudios, pues estaba enlistada en la licenciatura en Historia del Arte de Casa Lamm (Ciudad de México), pero por motivos de la pandemia el proyecto se atrasó. Ahora se concentra en una exposición pictórica que tiene pensado presentar en 2021.  

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Escrito en: María Teresa Wong Robles

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