Cada momento que vivimos y compartimos deja una huella en cada uno de nosotros y en los demás. ¿Realmente somos conscientes y estamos presentes con todos nuestros sentidos viviendo el aquí y el ahora?
Creo que antes era más fácil hacerlo, ahora con la tecnología y el correr de la vida nos hemos perdido. Aún recuerdo las comidas al mediodía en casa, donde todos reunidos en la mesa compartíamos lo que nos había sucedido durante la mañana, o en las cenas contando anécdotas y disfrutando de la compañía de mis padres y hermanos. Las horas interminables de los domingos en el jardín de los abuelos, jugando con mis primos a las escondidas o al beis, con el trapo de la cocina como pelota y el "poderoso bat" que era nuestro brazo. Las interesantes pláticas y consejos de los abuelos, observar, disfrutar y escuchar a los tíos cantando acompañados de la guitarra y hasta cuando de repente algunos nos armábamos de valor y nos uníamos a cantar las de siempre. Los cafecitos con las amigas en donde pasábamos largas horas poniéndonos al corriente…
Qué momentos tan hermosos me regalaron y de verdad los agradezco, porque esos recuerdos son los que atesoro en mi corazón y al cerrar mis ojos y recordarlos puedo transportarme, escuchar la música, el sonido de las voces y hasta puedo percibir el delicioso aroma que salía de la cocina de mi abuela.
Al día de hoy creo que la vida nos ha regalado la oportunidad de valorar y atesorar lo más importante que tenemos que es la salud, la vida, y el poder hacernos un espacio para reflexionar sobre la importancia de vivir conscientemente cada día con nosotros mismos y con los que nos rodean.
Organicemos nuestro tiempo para compartir momentos de una manera consciente con nuestra familia, amigos, y las personas que nos rodean. En donde escuchemos de verdad, nos veamos a los ojos, nos regalemos sonrisas, abrazos, besos. Dejemos el televisor, el celular, las preocupaciones y el trabajo a un lado, hagamos cosas que nos llenen el alma, que nos nutran. Riamos, bailemos, gocemos de la vida y de las personas hoy que las tenemos, expresemos lo mucho que las amamos y lo importantes que son para nosotros. No esperemos, hagámoslo hoy. Para que el día de mañana esos momentos podamos recordarlos con una gran sonrisa dibujada en el rostro.
Les dejo esta frase que me encantó en cuanto la leí.
¿Qué es lo más importante? Preguntó el Gran Panda, "¿el viaje o el destino?".
"La compañía", dijo el pequeño Dragón.
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La vida está hecha de momentos y tú decides la calidad de ellos. Así es que, ¿qué recuerdos quieres dejar en ti y en los demás?
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