Al celebrar un aniversario más del gran movimiento armado de 1910, gracias al que se logró una profunda transformación en importantes aspectos de la vida nacional, que fueron del todo modificados para bien del pueblo mexicano, que hasta ese momento soportaba por el uso de la fuerza de los hacendados y caciques de los pueblos, las injusticias, malos tratos, a través de los bajos salarios tanto en el campo como en la ciudad, la falta de oportunidades para recibir la educación elemental, la falta absoluta de impartición de justicia en los tribunales establecidos, y los despojos de tierras solo por mencionar algunas de las inequidades que soportaba el mexicano de principios del siglo XX.
Con la promulgación del plan de san Luis del insigne coahuilense don Francisco I. Madero González, el apóstol de la democracia como ha sido reconocido el mismo, convocó al pueblo de México, a un levantamiento en contra del gobierno de Porfirio Díaz, el plan en cuestión fue dado a conocer por el profesor Manuel Oviedo en una junta a la que convocó a los integrantes del “club antirreeleccionista” toda vez que el histórico plan se lo hizo llegar su autor para que lo diera a conocer, el profesor Oviedo recibió el plan en un correo secreto, recibiendo además instrucciones verbales el día tres de noviembre de 1910. Dándose a conocer el plan en una junta secreta.
El profesor Oviedo se contactó con Jesús Agustín Castro y don Dionisio Reyes quienes lideraban el movimiento revolucionario en Gómez Palacio, y con conspiradores de Parral, Chihuahua. Los conspiradores de Torreón, y Gómez Palacio Durango, se unieron y acordaron levantarse en armas como lo disponía el plan a las seis de la tarde, sin embargo, en nuestra gran ciudad se dio lugar a una persecución contra los maderistas a los que encarcelaron entre ellos don Eugenio Aguirre Benavides, por lo que el día señalado para el levantamiento este se dio solamente en la vecina ciudad. Sin embargo las principales batallas decisivas para el triunfo revolucionario se dieron en Torreón, tal y como fueron las tomas del mes de mayo de 1911, la de octubre de 1913 y la de abril de 1914, que fueron decisivas para e l triunfo del movimiento.
Es del todo importante dar a conocer que un grupo de alumnos de la escuela Oficial del Centenario y su profesor en el año de 1912 ante el levantamiento de Pascual Orozco, se levantaron de igual forma en armas, cuando cursaban el sexto año de primaria, siendo 32 escolares los que acompañaron a su profesor Federico Chapoy, todos ellos adolescentes, entre ellos Daniel R. García, Benito Castañeda, Dizan R Gaytán, Alberto Alcaraz, Samuel Córdova y Cipriano Bautista, siendo los únicos nombres que hemos podido rescatar de ese grupo de escolares que fue reconocido como los “Cadetes de la Centenario” y participaron en batallas contra Orozquistas en la “estación conejos”, Azúnzolo del estado de Durango y Jiménez Chihuahua, batallas en la cual perdieron la vida dos de los escolares y fueron heridos cinco más.
Los “Cadetes de la Centenario” fueron reconocidos por don Francisco I. Madero, quien les entregó un diploma y una recompensa de mil pesos, a la muerte del mártir de la democracia nuevamente participaron los cadetes en las brigadas villistas “Zaragoza” y “Benito Juárez” al mando de los generales Maclovio Herrera y Calixto Contreras, en donde destacaron y continuaron con la carrera militar, Daniel R. García, Dizan R. Gaytán, quienes llegaron a ser teniente y general de división respectivamente.
Como es de advertirse la ciudad de Torreón no solo contribuyó al movimiento revolucionario con gente adulta, sino que los escolares de la época tuvieron una significativa y honrosa participación, estando pendiente un reconocimiento oficial por su patriotismo y valentía.
