Hola, queridos tres (o cien) lectores, los saludo con gusto. En esta ocasión, abordaré dos temas: la liguilla y el regreso del “repechaje” al futbol mexicano y la fotografía que subió el Club Santos a sus redes al finalizar el partido contra Mazatlán. Básicamente, de eso hablaré en este espacio, un artículo de opinión, como bien saben.
Comenzaré con la liga y su “gran idea” de “dividir” la “postemporada” en dos partes: repechaje y liguilla; el mal del repechaje ya había sido erradicado hace aproximadamente 12 años, ¿regresar a viejas prácticas? ¿Así nomás?
De entrada, hay que decir que solo tres equipos han sido campeones luego de entrar a liguilla vía repechaje; aquí se vendrían abajo dos argumentos: una, que un equipo tiene muchas posibilidades de levantar el título tras calificarse de esta forma; y dos, que resulta injusto que un equipo que venga de una instancia tan lejana sea campeón (cuando solo tres equipos lo han hecho). Redundante, sí, pero así es. Insisto, ¿para qué volver a un vicio que ya se había erradicado? Billetes, todo se reduce al “cochino” dinero: más partidos, más transmisiones televisivas, más anuncios; porque ahora, en el año de la pandemia, no podemos hablar de entradas a la tribuna.
Obviamente, los dueños del balón piensan en su negocio, pero esta vez no tuvieron reparo, ¡mira que meter a 8 equipos en la mentada “repesca”! ¡Qué descaro! Este año, el 66.6 % (¡ah, jijo!) de los clubes de Primera División
está en posibilidades de ser campeón (aunque podemos regresar al párrafo anterior y ver que en realidad, los equipos que salgan del repechaje no serán los favoritos). Sin embargo, estamos en un año diferente, único, y todo puede pasar (literal). Incluso, hasta podría ser el año en que el sexto lugar rompa la "maldición”, (aja, Tigres).
Porque no es lo mismo ser campeón calificando en octavo, como lo hizo el actual monarca (Rayados) el año pasado, que quedar campeón saliendo de una ronda “extra”, como lo hicieron Pachuca en 1999, Morelia en 2000 y Chivas en 2006. Dejémonos de cosas, para mí, ya estamos en liguilla, los doce, ¡ingesu! El torneo regular, el de las 17 jornadas, terminó y ahora queda buscar un campeón. Los primeros cuatro partidos de la segunda fase se juegan a un solo duelo y el resto a visita recíproca; ‘remember’: más juegos, más anuncios, más dinero (para los dueños, no para nosotros).
Ahora, vamos con los Guerreros, ¿qué celebraban después de vencer al Mazatlán en casa y calificar como octavo? Santos Laguna llegó al partido de la jornada 17 calificado a la liguilla (ya expliqué arriba que para mí, ya estamos en liguilla) y requería de un triunfo por cuatro goles de diferencia para subir al octavo lugar y recibir en el TSM el partido de la siguiente ronda. Después de un 0-0 en el primer tiempo, el cuadro lagunero supo ser contundente, aprovechó que al Mazatlán no le marcaron un claro penal a favor, aprovechó la expulsión de un jugador visitante y aprovechó el “estado de gracia” de uno de sus defensas, así como también aprovechó la marcación de un penal inexistente (a favor, claro está) en los minutos finales.
Aprovechó todo, incluso la catarsis que pudo significar un triunfo de esta “magnitud” (ante un equipo que llegó a Torreón ya eliminado); ¡Al Santos se le dio todo!
Luego del encuentro, el club subió a sus redes una foto en el vestuario, de grupo, de triunfo de festejo, de esas imágenes que resulta común ver luego de que un equipo gana un campeonato, aunque en esta ocasión, solamente ganó el último partido del torneo regular que lo acomodó entre los primeros 8 para evitar así visitar en el primer partido de la “postemporada”, o liguilla. ¿Qué celebra el Santos con tanta efusividad? ¿Cuál es la imagen que se quiere proyectar? ¿Nada es imposible? ¿En serio?
A mi ver, la fotografía en el vestuario en una celebración como si hubieran ganado un título está de más, al menos por ahora.
Por si fuera poco, en la imagen no se ve que se respete la “sana distancia”… sí, ya sé, en el campo de juego tampoco existe la sana distancia y se supone que los jugadores que están ahí, están libres de covid, pero tampoco creo que sea el mensaje que quieran transmitir.
En fin, dejemos eso de lado; en lo deportivo, hay algo más. Santos compartió ayer un dato contundente: en los últimos 7 años, no han perdido contra Pachuca (su primer rival en liguilla) en el TSM, y de los últimos 20 encuentros entre ambos, solo tienen una derrota en dicho escenario. Tampoco hay que olvidar que hace un año, el octavo lugar los eliminó en la primera oportunidad y un casi mes después, ese octavo lugar levantó el trofeo de campeón. Esta semana se cumplirán 11 años de la inauguración del TSM, 11:11; ¿es tiempo de pedir un deseo? Ya parece más elocuente el festejo, ¿no? ¿Santos campeón o el gran circo (de la Liga MX y su mentado repechaje)? No sabía cómo ponerle de título a la columna de esta semana…
Al final, me quedé con los dos. ¿Le seguimos?: @Foko_54
*Eduardo Sepúlveda//*@Foko_54
