Con restricciones, se llevó a cabo la ceremonia de ordenación.
En la mañana de ayer sábado se ordenaron ocho nuevos sacerdotes de la Diócesis de Torreón durante una misa en la Parroquia de San José oficiada por el obispo Luis Martín Barraza Beltrán.
Previo a la ceremonia, el obispo indicó que había titubeos en cuanto a llevar a cabo la ordenación, toda vez que muchos familiares y amigos de los nuevos sacerdotes quieren estar presentes en el evento y no es posible por la pandemia, motivo por el cual se restringió el acceso.
Aseveró que es una gran noticia el hecho de ordenar ocho nuevos sacerdotes, "signo de la cercanía de Dios y es una bendición que haya más sacerdotes en nuestra Diócesis". Lamentó de manera profunda la muerte del diácono Roberto Carlos Palacio Arrieta, quien estuvo luchando contra el COVID-19 y el pasado viernes al mediodía falleció, "pero nuestro hermano ya está participando del reino de Dios".
Informó que hay dos sacerdotes más contagiados del COVID, aunque uno de ellos ya está saliendo de la cuarentena y el otro aún presenta un cuadro de neumonía, pero en total se han registrado cerca de 12 casos de sacerdotes desde el inicio de la pandemia en esta Diócesis.
El obispo Barraza Beltrán refirió que para la celebración de las misas se sigue con el mismo protocolo del 30 por ciento de la capacidad en las iglesias, no obstante que se tiene la autorización de hasta el 50 por ciento, pero es mejor reforzar las medidas de protección de los fieles y los sacerdotes.
Durante la ordenación, Barraza Beltrán dijo a los nuevos sacerdotes que esta situación por la cual atraviesa la humanidad, "nos hace experimentar la fragilidad humana y es una gran responsabilidad que adquieren frente al sufrimiento actual y que siempre forme parte de su sensibilidad de pastores ante esto que está ocurriendo y las enfermedades".
