Dijeron que la detención tuvo una razón legítima, creer que la madre era demasiado mayor para tener un bebé. (INTERNET)
Una mujer en Nueva Zelanda fue acusada del secuestro de su propio hijo, porque el personal del hospital creyó que era ‘demasiado grande’ para tener un bebé y asumió que se lo estaba llevando de incógnito.
Según el New Zealand Herald, la mujer había asistido con su bebé de 18 meses al hospital, en Auckland, para una revisión de rutina. Al salir, se encontraba en el estacionamiento cuando alguien del personal, sin identificarse como tal, le preguntó insistentemente sobre el bebé.
Esta persona llamó a seguridad y a la policía y la policía llamó al Ministerio de Infancia, para confirmar que la mujer era la madre del bebé y estaba en condiciones de cuidarlo.
Más tarde le dijeron a la madre que la mujer que la detuvo tenía una razón legítima para llamar a la policía. “Ella pensó que eras demasiado mayor para tener un bebé".
La madre, que no quiso revelar ni su nombre ni su edad, dice que ahora llevará consigo el certificado de nacimiento de su hijo cada vez que salga de casa.
